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Crece incontenible la emigración clandestina de mexicanos hacia Estados Unidos

La corriente de emigrantes ilegales que llegan a Estados Unidos se ha convertido en un torrente, al que empuja la crisis económica que ha destrozado la economía mexicana.

Las patrullas fronterizas norteamericanas se ven desbordadas, y la frontera, de algo más de 3.000 kilómetros, se ha convertido más en una zona de paso que en una frontera internacional.En lo que va de año, el número de mexicanos detenidos y expulsados de EE UU ha aumentado en un 50% en relación con el año pasado, pero lo que la policía de fronteras califica como el diluvio de primavera todavía no se ha producido.

Cada día miles de hombres, mujeres y niños, con su ropa y su comida en bolsas de plástico o papel, cruzan a plena luz del día el estrecho cauce del río Grande o caminan a través de las polvorientas llanuras o los desiertos arenosos que separan México de Estados Unidos. Tal vez uno de cada tres será detenido por las patrullas fronterizas norteamericanas, pero será cuestión de horas antes que intente cruzar de nuevo la frontera.

El resto, tras burlar a las patrullas y sus detectores electrónicos, trabajan como camareros, peones de la construcción o en cualquier trabajo que puedan encontrar. A veces vuelven a México de noche, con el salario de algunos días, que es seis veces mayor de lo que podrían ganar en su país. En Ciudad Juárez, localidad fronteriza, la tasa de desempleo alcanza el 40%.

Venden su sangre

Los que no consiguen trabajo deambulan vendiendo su sangre a clínicas privadas, o sobreviven gracias a la limosna o el hurto. Se pierden en los barrios de ciudades fronterizas como El Paso, donde vive una numerosa comunidad mexicana. Otros intentan la aventura de viajar hacia el norte, poniéndose en manos de traficantes de emigrantes, conocidos como coyotes, que les conducen a ciudades como Denver o Chicago. Cada vez en mayor número, consiguen documentos falsos y pasan a engrosar la población en situación ilegal, que se calcula entre tres y seis millones.La frontera, de 3.126 kilómetros, es vigilada por 2.300 agentes norteamericanos, que se reparten en turnos de unos trescientos. En el pasado mes de enero fueron detenidas en la frontera 83.811 personas. En febrero el número de detenidos y deportados fue de 80.310. Estas cifras suponen un aumento de un 45% con respecto al año pasado.

El sector de El Paso, es la segunda zona más empleada para pasar EE UU por los emigrantes ilegales después de la zona de Chula Vista, California.

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