Los vecinos acusan al alcalde de Bilbao de ahogar la cultura

Una decena de grupos culturales y ciudadanos de Bilbao han anunciado la presentación de una alternativa cultural para la ciudad, en contestación a la política cultural del Ayuntamiento, que, en su opinión, "usurpa y ahoga" las iniciativas populares. La exigencia por parte de la corporación del pago de una elevada cuota para la utilización de locales municipales a asociaciones y grupos con fines no lucrativos, así como la carencia de subvenciones y la tendencia a la oficialización de las iniciativas populares en el campo del arte y la cultura, son algunas de las trabas de la política municipal denunciadas por estas entidades.Tales medidas, inauguradas por el equipo del alcalde Jon Castañares, han puesto en serio peligro la continuidad de iniciativas de prestigio, como la Universidad Popular de Recalde, que desde hace una década ha pretendido acercar Ia cultura contemporánea a los barrios populares, y la subsistencia de otros organismos culturales, que han visto supeditada la posibilidad de reunirse o ejercer su actividad en un local municipal previo pago de 4.000 pesetas diarias.

A juicio de los denunciantes, esta situación resulta paradójica, teniendo en cuenta el trato de favor que vienen gozando, por parte de la corporación bilbaína, colectivos afines al partido mayoritario vasco, a los que paulatinamente se les ha adjudicado servicios culturales promocionados por el Ayuntamiento -clases de eusquera y música-, en perjuicio de los grupos que los venían desempeñando anteriormente.

En contraposición a la línea oficial del Ayuntamiento, que, según manifiestan los denunciantes, "parece decidido a seguir una política de acoso y derribo contra lo que no sea de batzokis (sedes del PNV)", tales entidades han convocado, a partir del próximo lunes, una semana de debates y actos en torno a la cultura y la educación en el ámbito municipal, que culminará con la propuesta de una alternativa cultural.

El fomento de la creatividad y la participación, el control de los recursos y medios públicos y la capacidad de autogestión en el campo de la cultura por parte de los organismos populares y ciudadanos figuran entre los objetivos de la propuesta, defendida, entre otros organismos, por el colectivo pedagógico Adarra, la Federación de Asociaciones de Vecinos de Vizcaya, el Instituto de Promoción de Estudios Sociales (IPES), los colectivos Karraka y El Desván y la ya citada Universidad Popular de Recalde.