El ministro cubano de Exteriores plantea la cooperación con España en terceros países
El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Isidoro Malmierca, cumple estos días en Madrid su primera visita oficial, que es también la primera de un canciller cubano a España desde que Fidel Castro bajó de sierra Maestra a La Habana en 1959.La jornada de ayer estuvo dedicada al Congreso de los Diputados y al Senado, con cuyas comisiones de Asuntos Exteriores mantuvo sendos coloquios informativos, antes de acudir por la tarde al palacio de la Moncloa para entrevistarse con el presidente del Gobierno, Felipe González, al que hizo entrega de un mensaje personal de Fidel Castro.
El viaje del comandante a España encuentra, según refirió Malmierca, algunas dificultades que impiden fijar con exactitud la fecha. Por parte cubana, se ha reiterado la invitación al rey Juan Carlos I para que visite la isla y se han esbozado algunos proyectos de cooperación hispano-cubana en el campo económico, en el cultural y en otras áreas a desarrollar en terceros países.
La visita al Congreso de los Diputados no pasó de un contenido protocolario. Miembros del séquito cubano comentaron a EL PAIS que los diputados, probablemente imbuidos del afán de evitar preguntas inconvenientes, se limitaron a intercambiar fórmulas corteses y a realizar un pequeño inventario de añoranzas históricas. En el Senado -deslumbrante en su restauración de cuadros, bronces, relojes, cristales, lámparas y alfombras de la Real Fábrica- esperaron al ministro los presidentes de las Comisiones de Asuntos Exteriores y Asuntos Iberoamericanos, senadores Rafael Estrella y José Prat.
La sesión informativa se inició con representantes de las comisiones de Asuntos Exteriores y de Asuntos Iberoamericanos. Rafael Estrella, senador del PSOE por Granada, en su introducción mencionó la procedencia del ministro de la cumbre de los no alineados en Nueva Delhi y aseguró el orgullo de España por haber sido invitada, donde le dieron cita un centenar de jefes de Estado. José Prat, senador del PSOE por Madrid, pasó revista a los vestigios de presencia cubana en el Senado, de los que queda constancia pictórica a través de Eugenio Montero Ríos, firmante de la paz con Estados Unidos; de la poetisa Gómez de Avellaneda, en el cuadro de la coronación del poeta Quintana, y de Rafael María de Labra.
Relaciones parlamentarias
El ministro cubano de Relaciones Exteriores consumió un turno inicial para recordar su primera visita a España, en 1958, con nombre supuesto y pasaporte figurado, y aseguró la estrecha identificación de Cuba y España no sólo en el pasado, sino en el futuro. Recordó unos artículos de José Martí, en diciembre de 1887, en El Nacional, de Caracas, donde comentaba algunos debates parlamentarios españoles y daba cuenta de la intervención- de un senador cubano de la Universidad de La Habana que a propósito de Gibraltar afirmaba que su reivindicación expresaba un deseo osado y justo". Concluyó haciendo votos por el incremento de las relaciones entre las instituciones parlamentarias de ambos países mediante encuentros regulares y sistemáticos.También explicó los pronunciamientos de Nueva Delhi en torno a Palestina -respaldo a la OLP y reconocimiento de los derechos de su pueblo-, Namibia -apoyo a las resoluciones de las Naciones Unidas y al SWAPO- y Centroamérica, encareciendo la negociación de soluciones políticas con todas las partes interesadas.
Enseguida se abrió un coloquio que registró media docena de intervenciones. En primer lugar lo hizo el senador Federico Padrón, de UCD por la isla de Hierro (Canarias), quien recordó su fructífero viaje a Cuba para informarse del cultivo de la piña tropical y ofreció los puertos de su isla a la flota pesquera cubana a efectos de limpiar fondos y reparaciones.
Alfonso Cucé, senador del PSOE por Valencia, se interesó por conocer la visión cubana de los conflictos centroamericanos. Malmierca, en su respuesta, mencionó los antiguos orígenes de la lucha armada popular en la zona, y especialmente en Nicaragua, desde 1909 y en El Salvador desde 1930, con una represión de más de 30.000 víctimas. Describió después el auge actual de la lucha guerrillera del FDR y FMLN, que, según los propios expertos norteamericanos, no pueden ser derrotados por el Ejército salvadoreño.
El senador del Grupo Popular por Mallorca, Joaquín Ribas de Reina, arrancó de sus abuelos cubanos para preguntar por la intervención militar cubana en América y en Africa. Fue respondido en términos convencionales por el ministro, que descendió a detalles sobre Angola y Etiopía, agredidas por Suráfrica y Somalia. También aclaró que en Nicaragua no tienen más que médicos y maestros.
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