El 'ultra' arrepentido asegura que dos miembros de la Guardia Civil le proporcionaron las armas

Dos miembros de la Guardia Civil facilitaron armas y municiones a los miembros del Ejército Español de Liberación para que pudieran realizar sus acciones terroristas en la comarca del Vallès, en 1979 y 1980. Estas manifestaciones se desprenden de los puntos 14 y 15 de la confesión realizada por el ultra arrepentido Manuel Reinero Banda, que fue entregada el pasado 9 de marzo a los magistrados de la Sección Penal de la Audiencia Nacional.

Manuel Reinero Banda asegura en su confesión que una de las armas intervenidas por la policía, una pistola Star calibre 7,65 milímetros, le fue entregada por un guardia civil de servicio en el cuartel de la población barcelonesa de Ciutat Badia. Asegura el ultraderechista autor de la confesión que esta arma, utilizada en algunas de las acciones terroristas, le fue entregada en las mismas dependencias del cuartel de la Guardia Civil, en la Intervención de Armas, y que un segundo miembro del cuerpo presenció la entrega.El responsable del autodenominado Ejército Español de Liberación continúa en el punto número 15 de su declaración, asegurando que "la munición intervenida, así como toda la utilizada por el grupo, fue en todo momento facilitada por el teniente de la Guardia Civil", al que acusa de ser el máximo responsable de la organización ultra.

La confesión implica con numerosas acusaciones al mencionado teniente de la Guardia Civil. Se llega incluso a señalar que éste, "como máximo dirigente, conocía perfectamente los medios que se utilizaban para la recaudación de fondos -atracos-medios que aprobaba y con los que estaba perfectamente de acuerdo".

Estos atracos a los que se refiere Manuel Reinero fueron realizados entre enero de 1979 y febrero de 1980, proporcionando un botín que alcanzó los once millones de pesetas. Estas acciones fueron realizadas por el propio Reinero, por Juan Centelles Miguel y por Julio González Palomares, que en aquella época era miembro de la Guardia Civil. Los tres se encuentran detenidos y encartados en la causa 86/80 de la Audiencia Nacional.

Abandonado por sus ex compañeros

Las relaciones entre Reinero Banda y el teniente de la Guardia Civil presuntamente implicado en el caso se deterioraron a raíz del encarcelamiento del ultra. Así se desprende de la lectura del punto 21 de la confesión de Manuel Reinero Banda. Asegura el responsable del EEL que cuando se encontraba en prisión escribió una carta al mencionado teniente, pidiéndole que le visitara en la cárcel. Reinero Banda, que se sentía ya abandonado y engañado, amenazo con confesarlo todo y "hacer una declaración a los medios informativos de la verdad que hoy se expone, y que por compañerismo calló entonces".

Asegura Manuel Reinero que la respuesta de esta requisitoria fue un telegrama de un abogado de Sabadell en el que se le comunicaba textualmente: "Puesto en contacto, tras recibir tu carta, con jefe de línea, por razones del servicio, el mismo no puede venir a verte. Ruego no hagas nada hasta mi próxima visita, que será pronto. Puesto en contacto con compañeros tuyos y pláceme comunicarte que se mueven bastante bien".

La ayuda prometida no llegó y el fascista arrepentido rompió su silencio con esta declaración. Manuel Reinero Banda reclama también a la Audiencia Nacional que citen al mencionado abogado de Sabadell, para que justifique este telegrama y su relación con el teniente de la Guardia Civil.

Al margen de esta confesión, pero como consecuencia del documento, continuaban detenidos ayer, en la Jefatura Superior de Policía de Barcelona, en Vía Layetana, los dos policías municipales de Ripollet.