Paralizado el suministro para riegos en la cuenca del Guadalquivir
La comisión de desembalses de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir ha decidido no proporcionar agua para riegos durante el presente mes de marzo a causa de la escasez de recursos hidráulicos existentes como consecuencia de la prolongada sequía. Por su parte, los agricultores arroceros han solicitado la declaración de zona catastrófica para sus áreas de cultivo.Los acuerdos de la comisión de desembalses -mantenidos varios días en un discreto silencio, que aumentó la inquietud del sector agrario- suponen el. reconocimiento oficial de la extrema gravedad de la situación. El volumen útil embalsado en la cuenca del Guadalquivir era el 1 de marzo de 779 hectómetros cúbicos, lo que representa un 18% de su capacidad total, frente al 31% de la misma fecha del año anterior. Esta situación es la que ha obligado a no desembalsar agua para regadío durante todo el mes de marzo y establecer turnos en las tomas de los ríos Guadalquivir y Genil, limitando el riego a dos días semanales y un domingo cada dos.
La Confederación estima, además, que, a medio plazo, dadas las previsiones meteorológicas, sólo podrán atenderse las peticiones de riego de 3.000 a 3.500 metros cúbicos por hectárea y con un caudal de diez metros cúbicos por segundo en la zona de Alcalá del Río, que resultan insuficientes para garantizar el grado de salinidad necesario para el cultivo de arroz. Esta imposibilidad real ha motivado una petición de declaración de zona catastrófica para los arrozales de Sevilla, acompañada de ayudas crediticias y compensaciones económicas.
Fuentes empresariales del campo estiman que estas ayudas podrían financiarse con las cantidades que tradicionalmente destina la Administración a primar las exportaciones de arroz (siete pesetas por kilogramo), ya que la sequía ha provocado la suspensión de estas exportaciones de excedentes. Las pérdidas calculadas por las mismas fuentes se cifran en 35.000 pesetas por hectárea.
En lo que se refiere a la cuenca del Guadalete y Barbate la situación global es bastante más positiva, aunque el riego se verá reducido en un tercio sobre los niveles del año anterior.
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