Pro Vida no es política

El 11 de febrero pasado, ÉL PAIS publicó un reportaje en el que se analizaba, con pretensión de objetividad, los movimientos Pro Vida, que estos días disfrutan de una privilegiada y justa atención informativa. La periodista que redactó la información ha tomado pie de aspectos parciales de estas asociaciones para extender, subliminalmente, sus pretendidas contradicciones a los argumentos teóricos y prácticos que rechazan el aborto como solución a las distintas soluciones límite.Que Jóvenes Pro Vida de Navarra no es socialista no se le ha ocultado a nadie, del mismo modo que tampoco somos conservadores ni liberales. Esta falta de ideología puede extrañar a medios de comunicación que explican la realidad con esquemas sólo políticos. A los que nos reunimos hace más de un año -lejano aún el Gobierno del PSOE- para difundir el respeto a la vida desde la concepción hasta la extinción natural de la existencia, esta asepsia política nos parece normal, lógica, consecuente... No es una táctica.

Nos importa lo que dice la Iglesia católica, en la misma medida que tenemos en cuenta la opinión de otras religiones, asociaciones sociales, etcétera. Nos importa lo que dice la ciencia, por boca de las primeras cabezas biogenéticas del mundo y de España. Nos importa, y mucho, la opinión de la Asamblea de Parlamentarios del Consejo de Europa, que en su resolución número 4.376 de 1979 dice textualmente: "La ciencia y el sentido común prueban que la vida humana comienza en el acto de la concepción y que en ese mismo momento están presentes en potencia todas las propiedades biológicas y genéticas del ser humano (...); los padres no tienen ningún derecho sobre la nueva vida, sino que tienen obligación de protegerla, alimentarla y situarla en las mejores condiciones posibles para defenderse cuando alcance la edad de la madurez". Nos fiamos, por último, del sentido común. / Secretario Jóvenes Pro Vida.