La izquierda francesa, en dificultades para mantener la supremacía municipal

Nadie se atreve a hacer pronósticos precisos, pero existe consenso general en Francia para admitir que a la mayoría gobernante (socialistas y comunistas) le será muy difícil mantener la supremacía municipal, del 53% del electorado, que consiguió en los anteriores comicios locales de 1977.

La politización exacerbada de la campaña entre la derecha y la izquierda, y el posible abstencionismo de la fracción más descontenta de esta última podrían influir en el resultado, y éste, a su vez, en la política del Gobierno del presidente François Mitterrand.En un clima de tensión monetaria, y con una oreja a la escucha del escrutinio de las elecciones generales alemanas, 36 millones de franceses han sido convocados hoy a las urnas para elegir medio millón de concejales, que al final de la segunda ronda, el domingo inmediato, designarán a su vez los 37.000 alcaldes del mismo número de municipios.

En toda Francia se lamentó ayer mil veces más la muerte de Georges Remi, Hergé, el creador de Tintín ("es el autor que más ha impregnado la cultura contemporánea", comentó el filósofo Michel Serres), que el final de la campaña electoral. Prácticamente desde que empezó el año, los líderes políticos de la mayoría socialista-comunista y de la oposición conservadora liberal se han empleado a fondo. Pero nunca llegó a crearse la catarsis electoral, como si las preocupaciones económicas de los tiempos que corren alimentaran una cierta ausencia de los ciudadanos. Las grescas verbales, empero, han sido torrenciales.

Lo que hoy se pone en juego es únicamente el poder local, pero lo que quedará en la historia de los dos últimos meses es el pulso que han mantenido los dirigentes nacionales de la derecha y de la izquierda, repitiendo un día y otro sus lemas de política nacional.

Agotamiento general

El resultado ha sido el agotamiento general. Al final, nadie tenía nada que decir, y los franceses, como queda apuntado, ayer -al igual que lo hizo la primera página del diario Libération- se pusieron de luto por el padre de Tintín.Si el resultado fuera catastrófico para el mitterrandismo, ya se cuenta con un cambio de primer ministro y de Gobierno. Para que esto sucediese, los socialistas y comunistas tendrían que perder más de treinta ciudades de las 221 cuya población supera los 30.000 habitantes (actualmente, 154 de dichas ciudades tienen alcalde de la izquierda). A su vez, si la oposición no consigue la victoria aplastante que desearía (ganar un número sustancial de esas ciudades que constituyen la referencia principal), los tres caballeros citados tendrían que repensar su estrategia, consistente hasta la fecha en una crítica feroz a la coalición socialistas-comunistas, pero sin proposiciones políticas interesantes.

Esos dos casos extremos, en vísperas del voto, no se estiman como los más probables. Pero aun en el caso de que el resultado del escrutinio no implique cataclismo alguno en ningún sentido, como parece probable, los electores galos van a ofrecer índices muy ¡mportantes para el futuro del país.