Los 'guerristas' plantean amenazas para Izquierda Socialista

La ejecutiva federal de¡ PSOE estudió ayer, como tema principal de su habitual reunión semanal, los preparativos de la Conferencia de Organización del partido, que debe celebrarse entre los próximos días 11 y 13. Las recientes divergencias surgidas en la Federación Socialista Madrileña y el ascenso de una corriente guerrista son los temas que actualmente pesan más en las discusiones internas ante la celebración de la Conferencia, aplazada desde hace año y medio por diversas causas.Sin embargo, el secretario de Imagen del PSOE, Guillermo Galeote, al dar cuenta ayer de los temas tratados por la ejecutiva, afirmó que el conflicto -palabra que él rechazó en todo momento, sustituyéndola por "discusión"- madrileño no fue abordado. Galeote consideró zanjado el asunto, recordando que la dimisión del presidente de la FSM, José Acosta, fue retirada.

El súbito ascenso, a partir de la reunión del pasado domingo del comité regional de la FSM, de una corriente guerrista -que considera a Alfonso Guerra líder de la izquierda del partido- ha sido visto con recelo por el sector Izquierda Socialista. Sin embargo, Alejandro Cercas, líder del guerrismo en Madrid, solicitó ayer que se ofrezca a la IS la posibilidad de integrarse en la ejecutiva madrileña, sustituyendo a algún miembro del sector oficialista de Joaquín Leguina, secretario general de la FSM. Cercas criticó duramente a Leguina y a algunos de sus hombres más próximos, como Juan Barranco.

De acuerdo con la mayor parte de las opiniones recogidas por EL PAIS, las disputas internas que se viven entre oficialistas (que se dicen próximos a Felipe González) y guerristas, carece de cualquier reflejo en las cúpulas del partido, donde no se viven tales diferencias. Sin embargo, también parece mayoritaria la creencia de que los llamados guerristas podrían acabar por absorber a gran parte de los integrantes de la corriente Izquierda Socialista, más debilitada y desunida que nunca desde el retiro voluntario de Luis Gómez Llorente (quien, sin embargo, sí asistirá a la Conferencia de Organización).

'Contradocumento' de los críticos

El descontento de Izquierda Socialista ante su escasa representatividad en las listas electorales autonómicas madrileñas, que dio origen a la presentación de dos listas rivales en la reunión, el pasado domingo, del comité regional de la FSM -donde ganó ampliamente la oficialista frente a la crítica-, pesará no poco en la Conferencia. La citada corriente presentará un contradocumento al documento oficial, elaborado por Carmen García Bloise con ayuda de Martínez Cobos y de dos miembros de la corriente crítica: Luis Gómez Llorente y Pablo Castellano. Pese a esta participación, la izquierda sigue pidiendo mayores posibilidades para expresarse cara al exterior y no, como exige el documento oficial, tener que verse limitada a ejercer sus críticas y puntos de vista en el ámbito meramente interno; también solicita una mayor proporcionalidad en los órganos deliberantes del partido (aunque dejando abierta la fórmula concreta) y, finalmente, que en los congresos el voto sea personal de cada delegado.

El documento oficial que será debatido en la Conferencia consta de treinta folios, y en su introducción se reconoce que "los mecanismos y procedimientos del partido requieren en la actualidad una serie de ajustes y desarrollos". Para ello, se prevén algunas fórmulas, como la simplificación de los trámites para afiliarse al PSOE -la ejecutiva mantiene su plan de lograr medio millón de militantes a finales de la década de los ochenta, siguiendo el modelo austríaco-; se crea la figura del adherente y se fomenta la integración de mujeres en los cuadros representativos. También se tratará de fomentar la participación y actividad de los militantes en tareas y sectores concretos.

La parte acaso más controvertida del documento -aún no existe un orden del día oficial para la Conferencia, pese a la proximidad de su celebración- se refiere a las corrientes de opinión -se descartan expresamente las tendencias organizadas-. Conectada con este punto se encuentra la representatividad de las minorías significativas en los congresos del partido; para lograrla se proponen dos fórmulas alternativas, que prevén que las minorías que superen el 20% obtengan una representación más proporcional a sus votos, o que se les garantice el 25% de los puestos de la lista correspondiente. Los críticos argumentan, sin embargo, que, al votarse por delegación, y no por delegado, jamás podrán imponer sus tesis en un congreso. Una muestra del debate abierto en el seno del PSOE es el hecho de que el órgano oficial del partido, El Socialista, publica esta semana un duro alegato ante las perspectivas de este acto.