Los obreros siderúrgicos de EE UU aceptan reducciones de sueldo
Los obreros de las siete mayores empresas siderúrgicas estadounidenses han aceptado una reducción de sus salarios para aliviar a esta industria en crisis. Esta es la primera vez, desde la segunda guerra mundial, que los trabajadores de este sector aceptan una medida semejante, que en 1981 ya afectó a obreros automovilísticos en Ford y General Motors.La reducción de salarios afecta directamente a 266.000 obreros metalúrgicos y tendrá repercusiones sobre otros 100.000 trabajadores en empresas más pequeñas. El nuevo convenio laboral para los metalúrgicos, que ya ha sido firmado por los sindicatos, prevé un descenso de 1,25 dólares en el salario por hora, que quedará fijado en nueve dólares (1.179 pesetas).
Asimismo, los acuerdos suscritos entre la patronal y los sindicatos prevén la supresión hasta julio de 1984 de las ayudas compensatorias del aumento del coste de la vida. A partir de esta fecha, el mecanismo compensatorio sólo entrará en vigor, parcialmente, si la inflación es superior al 4%. Los obreros renuncian, además, a una semana de vacaciones durante el primer año y a una jornada de paro pagado.
La patronal, por su parte, aumenta su contribución a un fondo especial de paro y se compromete a invertir el dinero ahorrado gracias al convenio (unos 2.000 millones de dólares) en la modernización del equipamiento. Los obreros recuperarán las pérdidas ocasionadas por la reducción de sus salarios en tres etapas a partir de febrero de 1985.
La siderurgia norteamericana está pasando en la actualidad una terrible crisis. Un obrero de cada tres está en paro y ninguna de las principales ocho sociedades tuvo beneficios el año pasado. La producción de acero ha sido de sólo 59,9 millones de toneladas en 1982 y se cree que no volverá a alcanzar jamás el nivel récord de 1973 de 150,8 millones de toneladas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.