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Crítica:El cine en la pequeña pantalla
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

La confusión sentimental de 'Elena y los hombres'

Tomàs Delclós

Elena y los hombres (1956) está después de French Can-Can en la filmografla de Jean Renoir y antes de Anastasia en la de Ingrid Bergman. Estas dos vecindades no son ajenas al propio filme, Jean Renoir, y no sólo por el apellido, era un cineasta que asumió el patrimonio de las artes plásticas. A propósito de Elena..., se han llegado a descifrar -influencias del período azul de Picasso. Tanto da. Si en El río la India era un motivo pictórico, aquí, como en French Can-Can, lo es cierto ambiente parisino. Cuando Renoir decidió utilizar.el color no lo hizo para aproximarse a la naturaleza. El cineasta quería negar la evidencia. Renoir reivindicó para Elena... la poética de lo inverosímil. Los ambientes son obvias postales y los mismos personajes hacen juego con la posticería del decorado. De hecho, en el Sme sólo hay una mujer, Ingrid Bergman. El mismo título lo indica. El único nombre propio es el de la mujer. Los hombres son un rebaño genérico -preferentemente uniformado- que mariposea a su alrededor.Renoir ha reconocido que la razón última del filme era poder trabajar con Ingrid Bergman. Pero no quería la Bergman que vendía Hollywood. y esperó a que declinara su estrella. Con todo, a Renoir le fallaron parcialmente los cálculos. La siguiente película de la actriz fue Anastasia; con ella, la Bergman redimió su culpa ante Hollywood y Hollywood la volvió a tener en su redil. Cuando Elena... llegó a las pantallas norteamericanas, Bergman volvía a ser la heroína de grandes acontecimientos sentimentales y Elena... era la ridiculización misma de eso. Sin muchas contemplaciones, Hollywood masacra la película y se intentó acomodar este vodevil a las normas de la verosimilitud pasional y a la señoría del género. Porque, para más inri, Elena... es, y por partes,' una comedia clásica, un vodevil y tiene, como dice el propio Renoir, "un tercer acto de confusión sentimental"..

Elena es una princesa venida a menos cuyo entretenimiento es molestar a Cupido, ajetreado con los continuos flechazos que provoca ' . La dama vive en el París de final de siglo. Un París en el que Juliette Greco, rodeada de una turística bohemia, canta una canción -indescifrable. Mel Ferrer consigue de una manera más que ambigua sus propósitos galantes. Jean Marais desfila sin tanta fortuna. Durante el rodaje se hizo una versión en inglés con un coro de actores que sólo chapurreaba este idioma, que lo recitaba de oídas. Se terminó casi de casualidad y fue un elemento que ayudó a que el filme levantara, todavía más, sus anclas de la realidad cotidiana, más insulsa sin esa princesa berginaniana.

Elena y los hombres se emite hoy a las 21.35 horas por la primera cadena.

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