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Con ganas de mejorar

La semana bursátil ha comenzado con unas reuniones en las que quedaban bastante de manifiesto las ganas que tienen los inversores y los asiduos del parqué de que mejore el mercado, justo en unos momentos en que el mundo económico protagoniza el grueso de la información en nuestro país.Los valores eléctricos y una parte de los valores bancarios fueron los únicos que desentonaron de la corriente positiva genérica. Los primeros se vieron afectados por la publicación de algunas noticias en la Prensa diaria que apuntaban el sistema por el que la Administración pasará a controlar la distribución de la alta tensión.

El tema estaba casi olvidado y, a pesar de que no aportaba grandes novedades en relación a lo previsto, provocó algunos nervios entre los inversores.

Sin embargo, estos nervios y las ventas a las que dieron lugar fueron aprovechadas por algunos especialistas, que, confiando en las posibilidades del mercado en un plazo más o menos breve, adquirieron con rebaja en las cotizaciones títulos de estas sociedades. Al cierre, la demanda de eléctricas se había extendido, y prácticamente no se podía encontrar un solo título existente en el mercado.

En cuanto a los valores bancarios, la oferta, con ser moderada, continuó superando los tímidos tanteos compradores, que, sin embargo, consiguieron imponerse en los casos de los bancos Bilbao, Popular y Vizcaya. Precisamente estas entidades fueron las que en el mercado madrileño generaron avances en los precios de sus títulos, aunque, en general, se les observaba una cierta falta de convicción.

Los especialistas bursátiles han dado en atribuir al Popular, la entidad que viene respetando en mayor medida la propia tendencia del mercado, el papel de chivato detector de la posible reanimación.

Así, ayer se daba por seguro en el mercado de valores madrileño que una acumulación de subidas en este valor que llegase a presentar unos diez enteros, sería la señal de la recuperación genérica del sector.

Especulaciones aparte, el grupo de constructoras continúa una carrera alcista, casi desenfrenada. Las cementeras son su principal motor, y las razones que se aportan para justificar esta presencia de órdenes de compra resultan una mezcla de deseos y realidades, en las que se entremezclan temas tan heterogéneos como las posibilidades de relanzamiento de la economía norteamericana y su influjo sobre la española, la baja en los precios de los productos petrolíferos y la propia firmeza del Gobierno puesta de manifiesto en el tratamiento dado al caso Rumasa.

Porque aunque pueda parecer sorprendente a diversos sectores realacionados con la inversión bursátil, les ha satisfecho la actuación gubernamental y la comparan con las tibiezas protagonizadas por Gabinetes anteriores.

Por si faltaba algún efecto en este comienzo de semana, incluso subió la Compañía Telefónica, con lo que el efecto negativo de las bajas del sector eléctrico pudo ser asimilado por el mercado sin mayores dificultades, y los índices generales, con la única excepción del valenciano, terminaron las sesiones arrojando diferencias positivas, lo que demuestra claramente el ánimo de los inversores en estos momentos.

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