Controladas las operaciones de los 18 bancos de Rumasa con el extranjero

Para controlar todas las operaciones del grupo Rumasa con el extranjero e impedir fugas y movimientos especulativos, los bancos expropiados del holding de la abeja deberán encauzar, desde hoy, toda su actividad con el exterior a través del Banco Atlántico, el mayor del grupo. Esta ha sido la principal cautela adoptada ayer como conclusión de los preparativos realizados en los últimos días con el fin de que el millar de sucursales de los dieciocho bancos atiendan al público sin problemas desde las nueve de la mañana de hoy.

Grupos selectos de empleados fueron llamados ayer, domingo, a sus domicilios para, con el mayor sigilo, encargarse de comunicar a los bancos extranjeros que actúan de corresponsales la inmovilización de todas las operaciones y su inmediata centralización a través del Atlántico. Esta entidad, que representa el 1,7% de los recursos totales de la banca española, tiene muy desarrollado el servicio de extranjero, por el cual circulan el 5% de las operaciones del sector. Precisamente, la presencia de cinco empleados en la sede central del Banco Latino, en la calle Goya de Madrid, hizo saltar el dispositivo de alarma, a las tres de la tarde de ayer, lo que atrajo a la Policía.El comité de administración para Rumasa, designado por el Gobierno, podrá así clarificar mejor la dimensión real del grupo en el extranjero. Se recuerda al respecto que la importante actividad exterior del holding no se ha visto reflejada en la lista de expropiaciones que fue publicada el pasado jueves en el Boletín Oficial del Estado. También se han ocupado los administradores, durante el fin de semana, de ultimar la relación de altos cargos cesados y de empresas que deberán ser añadidas a la lista de expropiación, que no estará terminada antes de la presentación del proyecto de ley en el Congreso, prevista para mañana.

Por otra parte, el director del Banco Condal, Germán Rabanal, declaró ayer en Barcelona que teme que se produzca hoy una salida de depósitos de su banco próxima a los 6.000 millones de pesetas, pese a que, en su opinión, la situación del Condal es buena y tiene gran fe en su futuro. "El Banco Condal es una golosina para la banca privada", añadió.

Una de las razones que pueden mover a los depositantes a retirar su dinero de los dieciocho bancos, ahora propiedad del Estado, se basa en el temor fiscal. Sin embargo, medios financieros solventes consultados han confirmado que los bancos de Rumasa, aunque sean del Estado, están obligados a guardar secreto a efectos fiscales, al igual que los privados. De esta manera, Hacienda debe practicar el secreto bancario consigo misma.

Otra de las consecuencias de la expropiación, analizada actualmente por la banca privada, es el cambio operado en el ranking del sistema financiero, en el que el año pasado el Banco Central adelantó al Banesto y se colocó en el número uno. El liderazgo lo ostenta ahora al Estado, que se ha convertido en el primer banquero de España.

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