_
_
_
_
'Cumbre' argelino-marroquí

La entrevista Hassan II-Chadli Benyedid abre paso a la plena normalización de las relaciones entre Argelia y Marruecos

Decisión histórica en el contexto de las relaciones argelino-marroquíes. Fuentes dignas de crédito de la capital marroquí han revelado que el presidente argelino, Chadli Benyedid y el rey Hassan II se entrevistaron ayer en el poblado argelino de Akid Lufti, cercano a la frontera entre los dos países. Argel mantenía anoche el más completo mutismo sobre un encuentro que, caso de ser confirmado, puede abrir la puerta a una total normalización de las relaciones diplomáticas, rotas en 1976 como consecuencia del conflicto del Sahara occidental.

Ni la presidencia argelina ni el Ministerio de Asuntos Exteriores, consultados repetidamente por los corresponsales acreditados en este país, han confirmado ni desmentido una noticia que ha caído como una bomba en los medios diplomáticos de Argel. La opinión pública ha sido informada por las emisoras de radio de países vecinos, pero no se ha producido ninguna emoción particular.El mutismo de Argel denota el desconcierto creado aquí por la publicación de la noticia. Todo parece indicar que la decisión del presidente Chadli de aceptar la entrevista con el rey Hassan II fue tomada en el curso de una reunión del Buró Político del Frente de Liberación Nacional, celebrada el viernes pasado, pocos días después de que el dirigente argelino recibiera en su despacho al consejero real marroquí Ahmed Bensuda, quien dirigía la delegación de Marruecos presente en los trabajos del Consejo Nacional Palestino.

Maniobra maquiavélica

¿Ha sido Argelia víctima de una maniobra maquiavélica de las fuerzas contrarias a la amistad argelino-marroquí al ser divulgada la noticia? No se puede descartar esa hipótesis, sobre todo porque, si la entrevista se ha efectuado -y a medida que pasan las horas cunde la certeza-, la misma constituye, de hecho, un desmentido a lo que afirmaba hace muy pocos días el jefe de la diplomacia argelina, Ahmed Taled Ibrahimi, en el sentido de desestimar un encuentro entre los dos estadistas sin previa consulta y sin que el problema del Sahara occidental haya logrado una solución satisfactoria.

Todo parece indicar que, después de una serie de vacilaciones y rumores contradictorios, el proceso de normalización entre Argel y Rabat se ha puesto en marcha durante la visita oficial hecha a Argelia por el rey Fahd de Arabia Saudi a finales de noviembre pasado. Saudíes y tunecinos han estado batallando incansablemente por que el rey Hassan II y el presidente Chadli se entrevistaran (ambos se saludaron cortésmente en Taif, Arabia Saudí, durante la cumbre islámica celebrada en enero de 1981).

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

La posición argelina ha venido siendo (y a efectos de confirmación de la entrevista nada indica que haya variado) que entre Argelia y Marruecos no existe ningún contencioso grave, y pueden normalizarse las relaciones a partir del momento en que, para los argelinos, el problema del Sahara occidental no concierne sino a Marruecos y a la República Arabe Saharaui Democrática (RASD).

La víspera del aniversario

No menos significativo es que el histórico encuentro de Akid Lufti se haya producido la víspera del séptimo aniversario de la proclamación de la RASD por el Frente Polisario. El responsable de las relaciones exteriores de éste último, Salem Puld Saleck, devolvió anoche la pelota a los informadores al ser interrogado sobre la posible entrevista Chadli-Hassan II, señalando que no estaba al corriente de ella y recomendando consultar "al palacio real de Rabat o a la presidencia argelina...".

Precisamente, el viernes pasado, el presidente argelino se había referido al estado actual de las relaciones argelino-marroquíes en un discurso relacionado con el 19º aniversario de la nacionalización de los hidrocarburos, para afirmar que Argelia "creía en la unidad de los pueblos del Magreb, y no tenía derecho, como dirigente, a romper los lazos que hacen (de los magrebíes) un solo pueblo".

"Creemos que existe la voluntad política sincera entre las partes interesadas (Marruecos y el Polisario)", había subrayado más tarde en su intervención, a propósito del conflicto del Sahara.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_