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La corta marcha de los buenos propósitos

A pesar de los muchos esfuerzos que se están volcando en el mercado, está costando más trabajo del previsto mantenerlo a un nivel de flotación aceptable. La inversión a corto no parece ser tampoco el remedio que se necesita.La sesión de ayer fue el resultado de un montón de buenos propósitos que no fueron mucho más lejos. Salvo el sector eléctrico, que se muestra peleón y, al parecer, contrario a abandonar las posiciones alcanzadas a la sombra de la casi olvidada carrera de OPAS, los otros dos sectores más importantes del mercado permanecen vueltos hacia sí mismos en una extraña autocontemplación que los asiduos más castizos definen como el típico nadar y guardar la ropa.

Así las cosas, Telefónica hace frente a una contratación inusual de sus acciones con una impasibilidad digna de Don Tancredo, mientras el resto del mercado registra con puntualidad el mínimo acoso o abandono del dinero.

Entre los bancos existe una marcada diferencia entre los grandes y los otros. Los siete grandes vieron duplicada la cifra que el saldo de sus operaciones por caja registra en el mercado, y a pesar de esto la tónica difería completamente de la del día anterior. Popular, al que ayer le tocaba tener dinero, y Vizcaya, con un saldo vendedor de 107 títulos, aprovecharon la situación y sumaron tres enteros al precio de sus acciones, aunque también hay que decir que el día anterior estos dos valores barrieron sus saldos y lo hicieron con pulcritud, ya que ayer no quedaba nada debajo de la alfombra. Los otros cinco del grupo se limitaron a repetir.

Entre los pequeños se vivió la pequeña tragedia del Herrero y el Zaragozano, que vieron crecer sus saldos vendedores hasta un total de 8.495 títulos el primero y 9.785 el segundo, como muestra del escarmiento de aquellos que tienen más fe en los rumores que en los datos concretos.

Estos dos sectores, junto con el de monopolios, son los únicos que permanecen por debajo de la par en el mercado madrileño. De los otros grupos hay que destacar al siderúrgico y, dentro de éste, al sector de automoción, que muestra buenas expectativas, cifradas en gran parte en la reducción de los precios del petróleo, pero también en la propia marcha del sector en este ejercicio. Ayer destacaron fundamentalmente dos valores, Bendibérica y Motor Ibérica, alcanzando el primero de ellos el 500% y el segundo quedó a 35 con dinero, tanto en Madrid como en Barcelona.

En el mercado catalán, Motor Ibérica, junto con los otros valores locales, fueron la nota destacada de la jornada, y, en efecto, los inversores en este mercado mostraron una especial apetencia por Asland, Sansón, Cros e Industrias Agrícolas, quedando todos ellos en muy buena disposición a la hora del cierre. En el resto de este mercado, la posición era muy diferente, y según un especialista el papel procedente de otros mercados absorbió completamente la demanda y al final quedaban posiciones vendedoras para muchos valores.

Al igual que en los otros mercados, la indecisión de los inversores fue aquí la nota dominante. A pesar de todo esto, las catorce centésimas que gana el índice general sitúa al mercado catalán en un nuevo máximo del año.

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