La Guardia Civil atribuye la muerte del niño Juan Domínguez a un error de su padre
La dirección de la Guardia Civil, través de su Jefe de Estado Mayor general Yraizoz, atribuyó ayer la muerte del niño Juan Félix Domínguez, ocurrida en la madrugada del domingo en un cruce de carreteras de la provincia de Toledo, a un error del conductor del vehículo, por no parar ante el control establecido por una patrulla del Cuerpo. El padre de la víctima ha negado tal versión, al afirmar que "mi vehículo no se saltó ningún control. Por donde yo circulaba no había ningún control, ni pasamos por delante de los guardias". Añadió que él está dispuesto a perdonar, "pero esa gente que dispara sin tener motivos no debe estar en la Guardia Civil".El servicio establecido era claramente insuficiente en guardias y medios materiales para controlar con las mínimas garantías de seguridad y eficacia a vehículos y, mucho menos, de noche; estaba dirigido únicamente a la vigilancia de personas y carecía de la señalización habitual en otros controles. El mismo alto cargo de la Guardia Civil confirmó que los miembros de la misma tienen orden de detener a los vehículos que no paran ante un control, inexistente en este caso, y que la única forma de hacerlo es disparar contra las ruedas de los mismos.
"Si el coche se hubiera detenido ante el control", declaró el general Yraizoz, "el guardia se habría acercado con la linterna y al ver una familia dentro se habría acabado toda la identificación. Al no parar el coche, los guardias pensaron que era gente que huía, y entonces trataron de detenerlos, confundiéndoles con delincuentes". Casi tres después de los hechos, la Guardia Civil no ha facilitado aún la identidad de los guardias que intervinieron en los mismos.
Miles de personas, 9.000 según la Policía Municipal, se manifestaron ayer por la tarde en Getafe (Madrid), lugar de residencia de los padres del niño muerto y donde éste había sido enterrado por la mañana, en señal de duelo y para pedir que se esclarezca lo sucedido. Grupos aislados insultaron a la Guardia Civil y dieron gritos, pidiendo la depuración de fascistas y la disolución de cuerpos represivos. Una sección de la Policía Nacional enviada a Getafe, en previsión de incidentes, regresó a su acuartelamiento sin haber tenido motivo alguno para intervenir.
El ministro del Interior, José Barrionuevo, explicará en los próximos días ante el Congreso lo sucedido.
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Los controles de identificación de la Guardia Civil carecen de señalización y se hacen con muy pocos agentes
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El jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil, Fernando Yraizoz, declaró también que en el suceso de Valmojado del fin de semana, la vigilancia se llevaba manteniendo durante cerca de dos meses y en ese tiempo se han practicado ocho detenciones. El general Yraizoz confirmó que los guardias tienen orden de detener al que no hace caso de la señal de alto. Para conseguirlo, según sus propias declaraciones, no hay más que una forma: disparar a las ruedas traseras.
En el caso del cruce de carreteras de Toledo, sólo había una pareja de la Guardia Civil, el su ceso se produjo de noche y uno de los miembros de la patrulla hizo uso de su arma. La situación de este agente y de su compañero de servicio fue comenta da así por el jefe del Estado Mayor del Cuerpo, en declaraciones a Antena 3: "La misma pareja que actuó allí fue la que tuvo que ir con la familia, llevar a la madre al médico, y que tuvo allí todo el espectáculo de un niño muerto. ¡Claro que están desesperados! Pero estos son gajes del oficio Ningún guardia civil, cuando hace uso de su pistola, lo hace por gusto: lo hace porque es su misión, su servicio y lo que tiene que hacer. Cuando ocurre un hecho de estos, jamás tratamos de enmascararlo. Si hay responsabilidades, se exigen a tope".
La dirección de la Guardia Civil distingue los llamados controles de velocidad en autopistas por motivos antiterroristas, de los controles de identificación, para vigilar urbanizaciones o las afueras de localidades pequeñas donde se han denunciado casos de robos por delincuentes comunes. Según el jefe de Prensa de la citada dirección general, comandante Angel Luis Iravedra, los primeros están bien dotados de medios, tanto humanos como materiales: se colocan señales previas para reducción de velocidad, se desvían los vehículos y, posteriormente, existen émbolos y pinchos para caso de huida, todo ello bien abastecido de fuerzas del orden. Al mismo tiempo, existe una reglamentación bastante exhaustiva de cómo se montan estos controles.
En el caso de los numerosos controles que se están estableciendo recientemente en zonas donde ha aumentado la delincuencia, el comandante Iravedra dice que los hombres de servicio suelen ser bastante cumplidores con las especificaciones luminosas en sus uniformes (manguitos, polainas, linternas, colocación a la derecha para ser mejor iluminados por los faros de cruce, etcétera), sobre todo por la noche, pero reconoce que faltan medios humanos. "Efectivamente", dice, "si en lugar de una pareja, en cada puesto de vigilancia se colocan más hombres bien distribuidos, se conseguiría una mayor garantía de respeto del control por parte del automovilista".
Otra versión del mismo problema es la del vicepresidente del Sindicato Profesional de Policía, Juan Pérez Amar, quien declaró ayer en Valencia, en relación con la muerte del niño Juan Félix Domínguez: "Este tipo de incidentes ocurren ya con demasiada frecuencia. Pensamos que en ellos influye, por una parte, el que las bases de la Policía Nacional y la Guardia Civil tienen más preparación militar que policial y, por otra parte, que no cuentan con los medios necesarios para establecer controles. En caso de exigir responsabilidades, habrá que hacerlo a mayor altura que la del guardia que disparó".
Asimismo, el vicepresidente del sindicato policial dijo que "la base de la Policía Nacional quiere la desmilitarización. Los mandos que no quieren cumplir la Policía de 1978 tienen una solución muy fácil: volver a los cuarteles".
Las autoridades encargadas de la seguridad ciudadana, presididas por el ministro del Interior y con asistencia de los directores generales de Seguridad del Estado y de la Guardia Civil, celebraron ayer una reunión en la que dedicaron especial atención al estudio de los controles policiales en las carreteras, según informaron fuentes oficiales.
Un plan de seguridad ciudadana que abarque a todo el territorio nacional llevará a cabo la revisión del actual sistema de controles en ciudades y carreteras, así como una unificación de las comunicaciones policiales en los centros urbanos y rurales y un aumento de la presencia de efectivos en las calles. No obstante, el plan tendrá especial incidencia en las zonas afectadas por el terrorismo.
La oficina de prensa del PSOE difundió un comunicado en el que pide "la rápida aplicación de medidas políticas y técnicas que impidan este tipo de acciones y que ajuste la acción de las fuerzas de orden público a objetivos y funciones que tienen encomendadas, y muy en especial a la defensa de la vida, de la libertad y de la tranquilidad ciudadana". Por su parte, el PCE ha exigido la apertura de una investigación y la depuración de las responsabilidades a que hubiera lugar.
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