_
_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Una evolución sorprendente

La pasada semana resultó un tanto sorprendente en cuanto a su evolución bursátil, ya que tras arrancar con unas reuniones abiertamente orientadas a la baja, en las que era prácticamente imposible colocar títulos por falta de contrapartidas compradoras, se pasó a una situación inversa el pasado jueves, cuando algunos operadores a corto plazo de elite, decidieron centrar su atención sobre valores concretos, lo que constituyó un revulsivo para el mercado que acabó ofreciendo un balance general francamente positivo. Sin embargo, en las sesiones de cierre, las aguas parecían volver a su cauce y la euforia, tanto de compradores como de vendedores, se había enfriado bastante y el negocio discurría sin pena ni gloria con la única excepción de los valores del sector cementero y de construcción, que han venido siendo durante todo el ciclo semanal el centro de atención de los inversores.En todo este proceso han quedado al margen los inversores de provincias, una vez más, ya que se trata de movimientos generados desde las inmediaciones del propio parqué por especialistas que actúan por cuenta de algunas de ¡as sociedades de inversión más importantes del mercado. Por ello, las subidas que se generaban resultaban bastante abultadas en valores concretos, sobre los que con anterioridad estos mismos especialistas habían tomado ya posiciones, y permanecían en espera de que se caldease el ambiente y, los peor informados, tuvieran que intentar comprar cuando prácticamente ya no había títulos en el mercado, forzando con ello unas alzas que les beneficiaban.

Junto a las citadas empresas constructoras destacó la evolución del Banco Herrero, que acumuló a lo largo de la semana una subida de 52 puntos. Las razones para este importante incremento en el precio de las acciones del Herrero parecen responder a dos motivos distintos: por una parte, son pocos los títulos de este valor que existen en el mercado y, por otro lado, se ha comentado que un importante grupo está interesado en generar plusvalías en este valor.

Sin embargo, en la reunión de cierre semanal se comenzaron a ver algunos síntomas que predecían un posible reajuste a la baja en estos valores que tanto habían subido. Como ejemplo, se apuntaba el caso del Zaragozano, que también había acumulado unas importantes mejoras a lo largo de la semana, y que, sin embargo, en la reunión de cierre perdió seis enteros en el mercado madrileño. Ele la misma forma, se apuntaba que algunos valores concretos soportan ya con bastantes dificultades los niveles de precios en los que se han situado, y, en definitiva, la impresión que existía a última hora de la mañana en las salas de contratación es que el próximo martes algunos de los más importantes especialistas podrían comenzar a vender paulatinamente una parte de los títulos de sus carteras.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_