Los altos funcionarios
Los funcionarios de los cuerpos más cualificados de la Administración, integrados en la Federación de Cuerpos Superiores del Estado, se declaran en huelga porque no se sienten representados en las conversaciones que el Gobierno está celebrando con las centrales sindicales y la CSIF. Hace cinco años que está aceptada la sindicación en la función pública, y desde entonces jamás se ha oído la voz de los cuerpos altos reclamando la regulación de unas elecciones que hubieran hecho posible una auténtica representación en este momento.Lo que parece sintomático es que sean precisamente los cuerpos superiores quienes planteen una huelga en este momento, cuando puede interferirse en unas negociaciones en las que la gran mayoría de los funcionarios (los cuerpos superiores, según ellos mismos declaran, acogen a unos 10.000 funcionarios frente a los casi 2.000.000 de funcionarios de todas las administraciones) confian y de las que es de esperar que salga regulada una representatividad auténtica para todos.
Si hasta el momento los funcionarios no hemos sabido hacer valer nuestros derechos, si no hemos reclamado la definitiva redacción del Estatuto de la Función Pública, si no hemos logrado que se regule la elección de nuestros representantes, no tiene sentido arremeter contra unas negociaciones que son, en cualquier caso, mejores que el establecimiento por un decreto, normalmente redactado por algún miembro de cualquier cuerpo superior, de la subida de las retribuciones o del horario que va a regir nuestras vidas.
En ningún caso cabe la solidaridad con una huelga que, en el mejor de los casos, puede ser el resultado de no haber entendido cuál es el sentido de las negociaciones que se están desarrollando. /
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