La violación como anticonceptivo
Poca fe deben de tener los obispos, me parece, en sus libros sagrados, cuando sus criterios antiabortistas no los ilustran exclusivamente -on alguna revelación divina más o nenos explícita (que la tendría que haber, si tanta importancia tiene el tema del aborto, aunque sólo sea por eso de que su divinidad es omnisciente, providente y previsora), sino en argumentos naturalistas e incluso sedicentemente científicos, que, por cierto, han cambiado bastante desde que santo Tomás enseñaba que el alma no se infunde al embrión hasta transcurridas varias semanasClaro que recuerdo que otra de las fuentes de la revelación divina dicen que es la tradición. Pero pocos ejemplos ilustrativos han podído encontrar, al parecer, en di ha tradición, pues supongo que su actual respeto a toda vida no lo podrían trasladar a su pasado, lejano y hasta reciente. En efecto, no aparecen ser ejemplos de respeto a toda vida la ejecución (claro que por medio del brazo secular) de miles y miles de herejes. O la bendición de un ejército rebelde que no pretendía precisamente salvar almas ni vidas. O la condena de Galileo, triple ejemplo de falta de respeto a la vida, a la ancianida y a la ciencia. Los no creyentes entendemos que hay que actuar con seriedad y dejar los argumentos científicos a los científicos.
Y actualmente, las ciencias (laicas, por cierto) de la naturaleza nos dicen exclusivamente que el óvulo fecundado no es más que una célula o, cuando empiezá a crecer, una asociación de células. Ni siquiera es un animal, biológicamente hablando, claro. /
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.