El ministro de Exteriores francés viaja a Irak en un momento crucial de la guerra

El ministro francés de Relaciones Exteriores, Claude Cheysson, viajará hoy a Jordania, Irak y Siria. Este periplo, calificado de "muy delicado" en París, coincide con el momento crucial de la guerra iraquí-iraní.

Las informaciones contradictorias sobre el desarrollo de esta contienda, hacen pensar que el desplazamiento de Cheysson se ha confirmado en función de las noticias, según las cuales, las tropas de Irak están librando batallas victoriosas los últimos días.

En una situación tan decisiva, el ministro de Exteriores, Cheysson, confirmó ayer que iniciaría su viaje a tres países que mantienen actitudes opuestas respecto a los tres conflictos claves en esa área del mundo: el que opone a Irán y a Irak, el conflicto global árabe-israelí y él problema del Líbano. Esta misma noche, Cheysson será recibido por el rey Hussein. Mañana, sábado, se entrevistará con el presidente iraquí, Saddain Hussein, y después viajará a la capital Siria.

Francia siempre ha sido favorable a los iraquíes en su guerra con Irán. El que ahora, esa actitud, se manifieste de manera espectacular, en una etapa culminante del conflicto, sugiere dos consideraciones.

Una de actualidad caliente: si Cheysson ha confirmado su desplazamiento cabe imaginar que, con anterioridad, ha conseguido noticias fiables sobre el desarrollo de la guerra y está seguro de que, al llegar a Bagdad, "no va a encontrarse con un general iraní", según expresión de un experto oficioso.

En segundo lugar, Francia manifiesta abiertamente su opción, en esta región, frente a sus aliados occidentales. El Gobierno socialista entiende que una victoria de Irán "pondría en peligro el equilibrio del mundo".