UCD y AP no creen obligada la reversión del Club de Campo al uso público en 1984

Personalidades de UCD y AP en el ámbito municipal consideran que la Ley Especial de Madrid, de 11 de julio de 1963, no impone la reversión a uso público de los terrenos que ocupa el Club de Campo sobre la Casa de Campo, al término de la concesión, el 31 de diciembre del presente año.El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Madrid, por otra parte, ha decidido la formación de una comisión para estudiar la situación del club. La comisión está integrada por Javier Angelina (PSOE), primer teniente de alcalde; Adolfo Pastor (PCE), concejal responsable de urbanismo, y Joaquín Leguina (PSOE), concejal responsable de Hacienda.

Tanto José María Alvarez del Manzano, todavía afiliado al partido centrista, como Enrique Villoria, responsable de AP para temas municipales, señalaron que la reversión a uso público es una posibilidad, pero no la única interpretación que cabe hacer de lo que establece la ley en la disposición transitoria tercera, según la cual "se cede en pleno dominio al Ayuntamiento de Madrid la llamada Casa de Campo, con la obligación por parte de la corporación de conservarla para solaz y esparcimiento del vecindario, sin que pueda enajenarla, gravarla o destinarla a otros fines que los indicados".

Para Alvarez del Manzano, hay que abordar el asunto con racionalidad y profesionalidad. "Me aterra que el ayuntamiento se tenga que hacer cargo del Club de Campo", declaró, "porque sufrirían mucho las arcas municipales o desaparecerían las instalaciones del club". El político centrista afirmó que la reversión necesaria al uso público no es la única interpretación posible del contenido de la ley e insinuó la posibilidad de mantener la explotación privada de los terrenos con alguna contrapartida al ayuntamiento.

En cuanto a Villoria, sostuvo que cabe una nueva prórroga de la concesión, por ejemplo, como la que se produjo en 1954. El principio general que avanza el portavoz de AP consiste en que los terrenos usufructuados por el Club de Campo vuelvan al pueblo de Madrid, "aunque no para su uso indiscriminado". Podría establecerse, según Villoria, algún tipo de acuerdo con las federaciones deportivas relacionadas con instalaciones que existen en el Club de Campo, para canalizar a través de ellas la participación de los madrileños.