El estatuto de jefe de la oposición será meramente parlamentario
El estatuto de jefe de la oposición será meramente parlamentario, contrariando así los deseos de Manuel Fraga, para quien este estatuto "o es general, abarcando cuestiones como tiempo de intervención en televisión, o no es nada". Pero los estudios llevados a cabo por los servicios jurídicos del Congreso de los Diputados prevén, en principio, dotar al jefe de la oposición de una situación limitada al ámbito del Parlamento.
De acuerdo con los mismos, el líder de la oposición contaría con un rango protocolario, un despacho en las Cortes, una secretaría y medios materiales adecuados para cumplir sus funciones, pero no tendría un sueldo propiamente dicho; por ello, y contra lo que se ha comentado, parece improbable que se le acabe concediendo un salario inferior en una peseta al del jefe del Gobierno o cualquier otra remuneración.Este proyecto, aún en ciernes, parece contrariar los deseos expresados por Fraga, quien ayer señaló que el estatuto de jefe de la oposición debe ir más allá del ámbito parlamentario, "aunque nosotros", recalcó, "no hemos pedido nada".
El presidente de AP insistió en que la institucionalización de esta figura no supone una consagración del bipartidismo, ya que existe en países como el Reino Unido, donde, como en España, también hay formaciones políticas intermedias entre los dos grandes.
No es ésta la opinión de los partidos situados entre el PSOE y AP, que rechazan el estatuto que situaría a Manuel Fraga como jefe de toda la oposición parlamentaria. En un encuentro celebrado el miércoles, Miquel Roca, Landelino Lavilla, Adolfo Suárez y Marcos Vizcaya, a quienes también se unió el líder comunista, Santiago Carrillo -sin conocimiento previo del secretario general del PCE, Gerardo Iglesias- acordaron iniciar acciones comunes que les sitúen en una oposición distinta a la conservadora ejercida por el Grupo Popular, si bien no se llegó a mayores concreciones, excepto la de mantener encuentros quincenales.
El presidente de UCD, Landelino Lavilla, se adhirió al espíritu de la reunión, aunque tan solo permaneció en ella algunos minutos.
Por otra parte, el Congreso examinará, probablemente también en febrero, un proyecto de estatuto para los ex presidentes de Gobierno, que está siendo elaborado en la Moncloa por un equipo dirigido por el secretario general de la Presidencia, Julio Feo. Contra lo que ocurre con el estatuto de jefe de la oposición, que será tramitado a instancias de la Mesa de la Cámara, el de ex presidentes de Gobierno tendrá rango de ley. Se prevé que surta efecto hasta dos años después de que el jefe de un Gobierno haya dejado de serlo, por lo que no beneficiaría a Suárez y sí a Leopoldo Calvo Sotelo.
Según el proyecto, el ex jefe del Gobierno tendrá derecho a un puesto fijo -aún no determinado- en el protocolo del Estado, así como al disfrute de medios materiales (secretaría, despacho, franquicia postal y telefónica, escolta, automóvil y conductor). Todo ello independientemente del sueldo que, por ley, se asigna ya a los ex presidentes que, aunque disfrutarían de las ventajas concedidas en este proyecto sólo durante los dos años siguientes al término de su mandato, mantendrían vitaliciamente un lugar en el protocolo del Estado. Se contempla la posibilidad de que el estatuto incluya solamente a los jefes de Gobierno constitucionales, lo que excluiría a Carlos Arias Navarro.
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