_
_
_
_

El director general de RTVE considera que él no es ningún 'error a corregir'

.El director general de RTVE, la organización pública más influyente en la opinión pública española, no piensa dimitir ni, por supuesto, destituir al jefe de Informativos, Balbín. Su agenda para los próximos cuatro años podría resumirse así: libertad, más libertad en la información del ente, mayor presencia y atención a las instituciones de la democracia, desgubernamentalizar la televisión y fuera tabúes, según dijo ayer a un grupo de periodistas en los habituales desayunos del Ritz.

El director general de RTVE, José María Calviño considera que el caso de La clave ha sido "un primer pulso al Gobierno" que "algo tiene que ver con la política de subvenciones a la Prensa" y que las críticas que se le han hecho son inmerecidas, aunque no por ello inesperadas: "Soy consciente", dice con insistencia, "de que aunque mee agua bendita he de recibir bofetadas hasta en el carné de identidad"."Es", dice Calviño, "una crónica de un escándalo anunciado, que sé que va a continuar". Por eso se dice: "Yo, tranquilo".

Ni del PSOE ni masón

"Yo no tengo vocación de comisario político y por no ser, ni siquiera soy del PSOE", comienza a decir el director general, cargo, que según dice, ocupará durante los próximos cuatro años, a no ser que se adelanten las elecciones o se vuelva loco. "Soy el único nombramiento por cuatro años y además yo no tengo firmada en blanco ninguna carta de dimisión. Creo que no soy ningún error a corregir como lo fue Castedo"."Veo que en algunos periódicos se duda de mi integridad moral y me digo, ¿cómo es posiblé? Antes de escribir esas cosas en las páginas de los periódicos hay que atarse los machos, porque.. arrieros somos...", dice.

Calviño se define a sí mismo como "antes que nada demócrata. Después, íncuestionablemente, de izquierdas. Antinada. Bueno, antifascista, eso sí".

¿Y masón?, se le pregunta:

"De masón no tengor nada. El mandil me lo pongo solo los domingos, porque me encanta la cocina". ¿Y republicano?: "Eso está superado. Yo creo que el primer republicano es el Rey. En esta país la monarquía no está en cuestión"

Balbín, en una gasolinera

Aunque el director general quiere considerar cerrado el caso Balbín, la cuestión se plantea. Hace un repaso de lo ocurrido. Día a día, hora a hora. Nada. Nada nuevo. Nadie vetó La clave -dice-, ningún miembro del Gobierno ni del partido ni del Ayuntamiento. He aquí la historia, según su versión.Viernes. 11.00 horas. Por teléfono. Balbín: "que me encuentro mal, que no estoy en condiciones de un programa en directo, tengo el corazón en la boca".

-Calviño: "Hombre es un lío levantar la programación, que alguien te sustituya".

-Balbín: "No es un programa de cofia, es un tema conflictivo y tenernos algún programa grabado. Además, Mellizo no puede sustituirme por eso de las incompatibilidades, todavía está en lo de la Diputación". (Calviño se entera entonces de que Alonso Puerta participa en el programa).

A las 13.00 horas entra Enrique Vázquez, subdirector de los Servicios Informativos y dice:

-"Director, todo bajo control, ponemos La piconera".

Ya a media tarde Calviño llamó para interesarse por la salud de BaIbín y le sale el contestador automático. "No me extrañó", dice ahora Calviño, "dada la vida del personaje".Sábado. "comienza el follón" dice el director general: "Me pasé el día intentando localizar a Balbín y dejando recados. Es un, lío porque en sábado allí no trabaja nadie. Llamo a su hermano Nacho, que es militar".-Hermano de Balbín: "Voy a llamar a mamá a Pravia". Y la madre tampoco sabe nada.Domingo. "Sigue el follón" continúa el relato de Calviño, me llama una hermana de Balbíni que no sabe donde está.Calviño: "Oye, llama aquí y allá..."."Conozco su vida", dice el director general a las periodistas "pero yo no debo llamar".Lunes por la mañana. "Me traen fotocopias del ordenador de billetes", dice Calviño, "me entero que ha ido a Alemania. El director de televisión tiene las dietas sin tramitar porque está enfermo. Por un chaval de producción de La clave me entero de los hoteles en donde puede estar".

Lunes tarde. Entra Vázquez en el despacho de Calviño.-Vázquez: "Que Balbín acaba de llamar desde una gasolinera de una autopista. Que dice haber leído el editorial de EL PAÍS y que si están locos. Que qué pasa". Más tarde, Calviño habla con Balbín.

Calviño: "Ven cuanto antes y explícate. ¿Que pasa con tu enfermedad?

Balbín: "El cardiólogo me dio una medicina y me mandó alejarme".

Calviño: "¿No hubiera sido mejor volver a convocar La clave?".

Balbín: "Era un follón".

Preguntado Calviño si con estos hechos no hay razón para destituir a Balbín, contesta: "Las explicaciones de Baibín son suficientes, aunque algunos puedan considerar discutibles. En ningún caso voy a cesarlo. Ya conoceis a Balbín, es una persona muy peculiar, que en este asunto ha funcionado con la inercia con que funcionaban antes los directivos de RTVE.

Televisión privada

El director general agrega: "La cuestión es más profunda. Sé de donde vienen las críticas, el partido socialista ha llegado al po der sin ningún medio de Prensa. Me da la impresión de que algo tiene que ver con las subvenciones a la Prensa, que ahora serán objetivas. Me da la impresión".Continúa: "Se parece a la campaña italiana de libertad de antena. En Fraga se produce una metarmorfosis maravillosa, él, que utilizó la televisión franquista, ahora pide la privada están en marcha operaciones financieras demasiado complicadas para la televisión privada y ahora se encuentran con que no la habrá .Y la potencia financiera de un conde de Godó, de la santa madre Iglesia, o del Banco de Bilbao se pone en marcha, me da la impresión.

"No nos engañemos", dice, "hay voluntad de echar un pulso al Gobierno y la televisión es el flanco más reconfortable", y continúa: "Han querido montar una batalla sobre la libertad de expresión. Pero que no nos crean tan cretinos. Un Gobierno con diez millones de votos no necesita evitar que aparezca un Alonso Puerta por televisión en segunda cadena y un día que hay el Un, dos, tres y el Ike. De risa".

Más libres que nadie

Reivindica Calviño para los informativos públicos mayor libertad que en cualquier otro medio -"tengo dossiers de periódicos aparentemente progres en los que se censura muchas veces-", y afirma que para primeros de febrero cambiarán los equipos de los telediarios, y para abril, el resto."Comparto plenamente la afirmación de Alfonso Guerra de que no se ve un gramo de talento. Hasta ahora no hay nada de la nueva programación".

Entre los objetivos destaca mayor atención a las instituciones, al Rey, al Parlamento, al Gobierno. "Desgubernamentalizaremos la información. No venderemos cromos de ministros ni va a haber una política de apoyo coordinado al Gobierno". Y, además, "en televisión", afirma, "no hay temas tabú".

El director general acaba de encargar una auditoría al Tribunal de Cuentas, ante lo que califica de situación compleja del ente -más de 11.000 trabajadores y 50.000 millones de presupuesto-. Anoche, Calviño matizó en el informativo Veinticuatro Horas, de Radio Nacional las declaraciones realizadas por la mañana a un grupo de periodistas en los llamados "desayunos del Ritz". Destacó las grandes posibilida des de talento que tienen los profesionales de la casa y manifestó que en RTVE no se puede partir de cero sino que hay que tener en cuenta las situaciones legalmente heredadas.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_