Las autoridades españolas esperan "el inicio de una etapa de nuevas relaciones con Francia

La cumbre hispano-francesa que iniciaron anoche en París los ministros de Exteriores y de Economía, Fernando Morán y Miguel Boyer, respectivamente, con sus colegas galos, se espera que sea "el inicio de una etapa de nuevas relaciones, según manifestaron ayer a su llegada a París los miembros de la delegación española. Los mismos deseos manifiestan las autoridades francesas. Al final de las conversaciones se podrá comprobar si ambas partes hablan el mismo lenguaje, al tratar, particularmente, los dos problemas más conflictivos entre los dos países, el del terrorismo y el de la CEE.

A lo largo de esta mañana todos los participantes en la cumbre se reunirán, cada uno con su homólogo, por primera vez. Las reuniones concluirán hoy mismo tras un almuerzo. Anoche se celebró el primer encuentro entre las delegaciones de los gobiernos socialistas español y francés, en la barriada periférica La Celle-Saint-Cluod.El ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, y los secretarios de Estado de Comercio y de Relaciones con las Comunidades, Luis Velasco y Manuel Marín, respectivamente, llegaron ayer, a mediodía, a París, y se reunieron con el embajador, Miguel Solano, en la embajada de España en Francia. El ministro de Economía, Miguel Boyer, aterrizó en el aeropuerto de la capital gala a primeras horas de la noche, de igual manera que el ministro francés de Relaciones Exteriores, Claude Cheysson, que retornaba de un viaje por los países del Golfo Pérsico. Todos ellos se reunieron para cenar e intercambiar las primeras informaciones, en el castillo de La Celle-SaintCloud.

Los ministros galos de Finanzas y de Planificación, Jacques Delors y Michel Rocard respectivamente, debido a sus ocupaciones, no participaron en la cena-debate de anoche. Se esperaba que hoy asistieran a las discusiones que se desarrollarán a lo largo de la mañana. Después de un almuerzo en el castillo citado, concluirá este primer intercambio oficial entre los dos países.

Por ambas partes se insiste en que "es el momento de desdramatizar las relaciones París-Madrid. Los, asuntos económicos muy especialmente, adhesión de España a la CEE incluida, sustanciarán lo más importante del diálogo entre las dos delegaciones. Las proposiciones que el Gobierno español podría hacer en el sentido de una colaboración acentuada en América Latina "irán hacia adelante", estimó ayer un colaborador del primer ministro francés. La primera reunión de trabajo, sobre esta cuestión, se celebraría en Madrid próximamente.

La prensa francesa de ayer reseñaba el encuentro hispano-francés (un par de periódicos con bastante amplitud) y subrayaba también que los dos gobiernos quieren suavizar el estado de sus relaciones. A este respecto, el diario independiente Le Monde, se interrogaba sobre si ello es posible a pesar de las afinidades ideológicas de los dos gobiernos y de las intensas relaciones económicas existentes entre ambos países.

El ministro de Exteriores, Fernando Morán, en unas declaraciones al diario conservador Le Quotidien de Paris, asegura que "no hay problemas graves; es decir, nuestras conversaciones se desarrollarán en un clima normal, sin drama alguno". Recalca que, desde hace dos siglos, "Francia ya no es un enemigo. Es un país amigo, el principal cliente de España. Y su influencia cultural se cuenta entre las más importantes y positivas". La mayor esperanza de Morán al inicio de la visita "consiste en clarificar las relaciones con Francia bajo una perspectiva global".

Por el lado francés se aprecia un nuevo lenguaje en las autoridades socialistas de Madrid.