Pujol, decidido a mantenerse al frente de la Generalitat

El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, confirmó ayer su intención de llegar hasta el final de su mandato, anunciando la elaboración de un "programa de remate de legislatura". Este programa de remate "no será ningún cambio. Si acaso, un cambio de ritmo y de determinadas prioridades". En sus declaraciones al diario del que fuera máximo mentor, El Correo Catalán, no indicó, sin embargo, cómo piensa consolidar su débil posición parlamentaria, que le está conduciendo estos días a intentar asegurarse el apoyo de algún sector del desmembrado centrismo catalán, y se lamentó de la existencia de "insinuaciones calumniosas".Respondiendo a las invitaciones a dimitir realizadas por los políticos socialistas Raimon Obiols y Lluís Armet, fundamentadas en lo negativo que es para la autonomía catalana la debilidad del actual Gobierno de la Generalitat, Pujol afirmó que "quien quiera gobernar Cataluña debe ganar las elecciones de 1984 o sustituir al actual Consell Executiu a través de un voto en el Parlament". Con estas palabras el presidente catalán ratificaba la opinión de sus colaboradores, adelantadas por este diario el pasado sábado, en las que retaban a la oposición a presentar una moción de censura. Los socialistas, si bien no descartan una acción de este género, no se la plantean a corto plazo.

Dispuesto a la resistencia hasta el final, Pujol manifestó, con un deje de distanciamiento, que "el día en que el PSC-PSOE y el PSUC, más alguna otra fuerza, pues ellos solos no pueden, decidan gobernar ellos, ya nos avisarán". Quizá temiendo el anunciado endurecimiento de la oposición socialista, añadió que "sin llegar a este extremo, pueden intentar paralizar nuestra acción de gobierno. Pero por el momento no nos han paralizado".

La argumentación de la inexistencia de parálisis en el Consell Executiu ofrecida por Jordi Pujol es ya clásica en su forma detallista de entender la política, y ha consistido esta vez en el recordatorio de las ocho realizaciones concretas desarrolladas en los últimos cuarenta días por el departamento de Política Territorial y Obras Públicas, del que es titular Josep Maria Cullell. Esta enumeración coincide en el tiempo con la emisión de múltiples balances de actuación y proyectos de cada departamento que han desarrollado varios consellers mediante notas de agencia en los últimos días, en un intento de rehacer la imagen del Gobierno minoritario de la Generalitat.

"Insidias, calumnias"

En palabras de Jordi Pujol, este tipo de enumeraciones de las actuaciones llevadas a cabo "es mi principal defensa, y creo que es una defensa fuerte. En realidad", añade, "soy muy poco atacado en el terreno de la acción de gobierno, de lo que hacemos. Ahí nuestros opositor es carecen de argumentos. Por esto tienden a situarse en el campo de las maniobras y de los rumores, y poco en el de lo que se hace y de lo que la gente quiere y necesita". "Además", apostilla sin identificar, "ahora hay quien ha optado por la política insidiosa, por las medias verdades, por la insinuación calumniosa".

Al recordársele las críticas parlamentarias, concretamente sobre la actuación de su Gobierno en el asunto de las inundaciones (en aquella ocasión la visita de Pujol a las zonas afectadas se produjo varios días después de la catástrofe), el titular del Gobierno autónomo las califica de "genéricas" y de hechas "muy de cara a la galería". Y devuelve la crítica valorando que "hasta ahora los socialistas atacaban al Gobierno de la Generalitat de logros insuficientes respecto del Gobierno de Madrid. En cambio" apunta, "ahora más bien frenan. Por ejemplo, son ellos quienes califican de altas las valoraciones de los daños de las riadas", lo que interpreta como "un intento evidente de ayudar al Gobierno central a asumir compromisos menores".

Sobre las próximas elecciones municipales, Jordi Pujol afirma que no harán cambiar a su Gobierno y afirma taxativamente: "No, no pactaremos con Alianza Popular". Y en contestación a quienes "nos achacan una sistemática y enfermiza voluntad de enfrentamiento con Madrid", recuerda que los únicos ataques "contra el nuevo Gobierno central los han hecho la Xunta gallega y la Junta de Andalucía". Satisfecho con su mensaje de fin de año, que consistió básicamente en una charla amigable desprovista de contenidos políticos, Pujol considera que "fue valorado positivamente por mucha gente". "Por mucha gente", precisa, "que no eran políticos ni periodistas, sino la gente llana".