Felipe González aseguró a la CEOE que presentará los acuerdos patronal-sindicatos sobre reducción de jornada

El Gobierno cree que existen elementos positivos para lograr un acuerdo entre los sindicatos y la patronal, en las negociaciones que mantienen ambas fuerzas sociales para fijar las condiciones salariales y laborales para 1983, según manifestó ayer el portavoz del Gabinete, Eduardo Sotillos, al término de un encuentro de más de cuatro horas entre el presidente del Gobierno y los principales dirigentes de CEOE. El presidente de esta patronal, Carlos Ferrer, se mostró más cauto a la hora de valorar la influencia que podía tener este encuentro en la postura que llevarán los empresarios, el próximo lunes, a la mesa de negociaciones con los sindicatos.

Hacia las seis y cuarto de la tarde de ayer el presidente del Gobierno, Felipe González, recibió en el Palacio de la Moncloa al presidente de la CEOE, Carlos Ferrer, al secretario general de dicha organización, José María Cuevas, al responsable de los asuntos laborales de la patronal, Diego de Pedroso, y al presidente y vicepresidente de CEPYME, Juan Jiménez Aguilar y Angel Panero. El encuentro, al que también asistieron los ministros de Economía y Hacienda, Miguel Boyer, y de Trabajo, Joaquín Almunia, se celebró a iniciativa de Felipe González, tras un intercambio previo de cartas con Carlos Ferrer, y unos días después de las audiencias concedidas por el presidente del Gobierno a los dirigentes de Comisiones Obreras y UGT.Al término de la entrevista, hacia las diez treinta de la noche, Carlos Ferrer explicó a los periodistas el contenido de la misma. Los representantes del Gobierno, respondiendo a la petición de los empresarios para que ampliaran y concretaran las principales magnitudes económicas que preve el Gabinete para 1983, manifestaron algunos criterios y aproximaciones sobre el posible cuadro macroeconómico y sobre los presupuestos para 1983. No hubo grandes precisiones, según Ferrer, porque el Gobierno no ha cerrado todavía la liquidación de los presupuestos del Estado y de la Seguridad Social para 1982, y sin conocer las cifras finales no puede avanzarse en la elaboración de los presupuestos del presente ejercicio. El Gobierno, por ejemplo, no pudo facilitar previsiones de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB), ya que todavía se encuentra considerando esta magnitud.

El segundo terna abordado en el encuentro Gobierno-patronal se refirió a la reducción de la jornada laboral a cuarenta horas anunciada por el Gobierno. Los dirigentes de CEOE expusieron a Felipe González un detallado estudio sobre las repercusiones que tal reducción tendría sobre las empresas. Según Ferrer, la reducción anunciada significaría un aumento de un 9,4% en los costes salariales para las empresas que en la actualidad cuentan con 2.006 horas de jornada anual; un incremento de más del 5% para las que cuentan con 1.930 horas de jornada anual; un 4,4% para las que la tienen fijada en 1.915 horas; y un 2,5% para

las que cuentan con 1.880 horas. En este último caso, siempre según Ferrer, se encuentra el 38% de las empresas españolas. Los dirigentes de la patronal insistieron al Gobierno que es necesario el cómputo anual de jornada como punto de referencia de cualquier reducción futura y que habría que estudiar las diferentes repercusiones según los sectores. "El Gobierno ha escuchado con interés nuestros planteamientos, y ha manifestado que tiene voluntad de no interferir en las negociaciones patronal- sindicatos y que será respetuoso con lo que libremente acordemos las partes".Finalmente se habló de la Se guridad Social. Los empresario expusieron su conocida tesis de que las cotizaciones a la Seguridad Social encarecen los costes salariales y se convierten en un impuesto sobre el empleo. Por ello, dijeron al Gobierno, no deben crecer por encima de la inflación en 1983.

El presidente de la CEOE, a preguntas de los periodistas, rehuyó adelantar la posición con que concurrirán los empresarios, el lunes, a las negociaciones de los sindicatos. "Todavía tenemos unos días para pensarlo". El portavoz del Gobierno, por su parte, anunció que Felipe González se reunirá periódicamente con las fuerzas sociales para contribuir a despejar incertidumbres de futuro.