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La tensión militar en Líbano domina la negociación entre Beirut y Tel Aviv

ENVIADO ESPECIALLa llegada de varias columnas blindadas israelíes a la llanura libanesa de la Bekaa, señalada por el diario libanés An Nahar, para reforzar las posiciones de las fuerzas armadas de Israel (Tsahal) ante las nuevas baterías de misiles SAM-5 desplegadas por el Ejército sirio fue ayer el principal tema de conversación en Kiryat Chinona, donde se desarrolló, en medio de la indiferencia general, la cuarta ronda de conversaciones sobre la evacuación del territorio libanés entre delegaciones de Israel, Líbano y EE UU. Nadie conseguía interesarse por las interminables conversaciones previas sobre el establecimiento de un orden del día, y los desgastados argumentos a favor o en contra cansaban.

En este ambiente adormecido, el súbito incremento de la tensión militar en Líbano proporciona un contrapunto ensordecedor a las maniobras silenciosas y a las explicaciones cuchicheadas por los diplomáticos. Los miembros de las delegaciones están más preocupados por este incremento de la tensión en la Bekaa y en Trípoli, segunda ciudad de Líbano, donde las milicias armadas pro y antisirias se siguen enfrentando. Estos choques armados se extienden mientras el número de víctimas aumenta.

Los representantes libaneses en Kiryat Chmona describen a los 500.000 habitantes de Trípoli "hambrientos, agotados e histéricos", mientras escuchan desde los sótanos los duelos de artillería que se libran los dos bandos enemigos. Los hospitales están desbordados y aceptan cada vez menos heridos.

Ayer se reanudaron en Trípoli los combates, señaló la radio libanesa, veinticuatro horas después de la proclamación por Rachid Karamé, ex primer ministro libanés y principal personalidad de la ciudad, "de un alto el fuego inmediato y definitivo". Karamé efectuó un breve viaje a Damasco para obtener el respaldo del Gobierno sirio en sus intentos de mediación.

Según un representante libanés en Kiryat, Chmona, la intervención siria en Trípoli -unidades del ejército regular participan en los combates- y el despliegue de los SAM-5 en la Bekaa ponen de relieve el descontento sirio ante el desarrollo de las conversaciones entre Líbano e Israel al tiempo que constituyen una advertencia al presidente libanés, Amin Gemayel, para que no efectúe demasiadas concesiones en la negociación. Damasco reprocha también al jefe de Estado libanés no consultarle.

El diario gubernamental sirio, Techrine, aseguró a principios de semana que "sí Siria se considerase perjudicada por los resultados de las conversaciones entre Líbano e Israel tendría derecho a oponerse a los acuerdos concluidos en esta negociación". "Y el presidente sirio, Hafez el Assad, mantiene 25.000 soldados en Líbano; tiene, por tanto, la posibilidad de sabotear cualquier acuerdo que le disguste", afirmaba un periodista del rotativo libanés Le Réveil.

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