La 'industria' del secuestro entra en crisis en Italia

La industria del secuestro parece haber entrado en crisis en Italia. ¿Es posible acabar con ella? Este es el problema que acaba de plantearse tras la liberación de tres niños que llevaban más de un mes en manos de sus secuestradores. Davide Agrati, de ocho años -hijo del llamado rey de los ciclomotores, uno de los industriales más importantes de la región de Lombardía-, fue puesto en libertad en Nochevieja por nn grupo de carabineros. Dos horas más tarde les llegó el turno a otros dos niños secuestrados en Biella: los hermanos Monica y Filippo de diez y doce años, respectivamente, fueron dejados en libertad por sns captores antes, al parecer, de que hubiese sido pagado el rescate.

Por eso se cree que la liberación de los dos hermanos ha podido ser una consecuencia indirecta de la brillante operación de las fuerzas de seguridad que liberaron al pequeño Davide.Según los jueces milaneses que trabajan en el grupo antisecuestros, hoy se puede decir que, por lo que se refiere a las actividades en el norte de Italia, la llamada "anónima secuestros", considerada una industria que ha ganado no menos de 30.000 millones de pesetas con los 512 secuestros realizados en los últimos 20 años, y de los cuales 260 fueron abortados por las fuerzas de seguridad, está hoy en plena crisis.

Dichos jueces afinnan que esta industria, cuyo dinero va a parar en la mayoría de los casos al tráfico de droga, con lo que sus empresarios pueden llegar a ganar en esta operación más de 100 millones de pesetas con una inversión de sólo cinco millones, empieza a estar en quiebra donde, como en Milán y su región, se han tomado duras medidas para combatirla.

Los números de dicha crisis son los siguientes: en dicha zona del norte, del país, los secuestros fueron 27 en 1977, bajaron a once al año siguiente, cuatro en 1981 y siete en 1982, año que ha sido en toda Italia uno de los más intensos en este campo de la delincuencia. Y de estos siete secuestros, cinco fueron descubiertos por la policía.

¿A qué se ha debido este éxito en la lucha contra los secuestros? Según los jueces, a varias razones: en primer lugar, a las durísimas penas impuestas a los delincuentes capturados con las manos en la masa. Un tribunal de Milán acaba de imponer a diecisiete personas once condenas de cadena perpetua y seiscientos años de cárcel.

A esta política de dureza hay que añadir la disminución de pena ofrecida a los arrepentidos dispuestos a colaborar con la Magistratura y los carabineros. Y por último, la nueva ley aprobada después del asesinato, por parte de la Mafia, del general de carabineros y gobernador civil de Palermo Carlo Alberto Dalla Chiesa, según la cual se ha dado mano Ubre a los jueces para que investiguen las cuentas bancarias de los presuntos mafiosos o secuestradores.

Pero lo que muchas fuerzas políticas están pidiendo, como último posible golpe de gracia a este vergonzoso tráfico de personas secuestradas, sobre todo desde que ya no se respetan ni niños, ni mujeres, ni ancianos, ni enfermos, es que se promulgue una drástica ley que impida, imponiendo graves penas, que, los familiares puedan pagar el rescate pedido y que permita el bloqueo previo de todos los bienes de la familia del secuestrado por parte de la Magistratura.

En Italia, por el momento, esta posibilidad ha sido dejada a discrecionalidad de cada juez. Pero esto tiene grandes peligros. Por eso se está pidiendo una legislación común y obligatoria para todos.

Por el momento, los magistrados que, bajo su responsabilidad, han impedido en algunos casos a los familiares pagar el rescate han tenido suerte, ya que en ningún caso la víctima fue asesinada, cosa que ha pasado, al revés, no pocas veces después de haber pagado una suma ingente de dinero.