Indignación en los ayuntamientos por el reparto a los clubes de los beneficios del Mundial-82

Cuatro alcaldes de los seis que reivindican beneficios del Mundial-82 como titulares de los campos en los que se jugaron partidos, se reunieron ayer en Madrid con el ministro de Cultura y con el secretario de Estado para el Deporte. Tanto Javier Solana como Romà Cuyàs iniciaron de inmediato conversaciones con la Federación Española de Fútbol para que se llegue a una solución satisfactoria. La impresión general es que Pablo Porta ha actuado con ligereza, tratando de contentar a los presidentes de los clubes de fútbol, lo que ha causado indignación en las corporaciones municipales implicadas.

La protesta de los alcaldes de Zaragoza, Gijón, Oviedo, La Coruña, Vigo y Valladolid, está motivada en que la Federación Española de Fútbol entregó el miércoles un total de 1.374 millones de pesetas a los clubes en cuyos campos se disputaron partidos del Mundial-82 en concepto de reposición de gastos por las mejoras realizadas. Seis clubes -Zaragoza, Spórting, Oviedo, Deportivo, Celta y Valladolid- recibieron sus correspondientes talones sin que hubieran efectuado ningún desembolso para el acondicionamiento de los campos donde juegan, sencillamente, porque no son de ellos sino de los respectivos ayuntamientos al tener carácter municipal.Tomás Rodríguez Bolaños, alcalde socialista de Valladolid; Joaquín López Menéndez, UCD, La Coruña; José Manuel Palacios, PSOE, Gijón; y Luis Manuel Posada, UCD, Oviedo, fueron los que ayer se entrevistaron con Solana y Cuyàs.

Manuel Soto, alcalde de Vigo, y Ramón Sainz de Baranda, de Zaragoza, ambos socialistas, no asistieron a las conversaciones pero dieron su conformidad a todo lo expuesto.

Pedro Aparicio, alcalde de Málaga, como presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias, envió ayer un telegrama al ministro en el que rogaba "la búsqueda de soluciones justas en la distribución de los beneficios económicos del Campeonato Mundial de Fútbol" y recordaba "que los mayores esfuerzos de inversión realizados para la feliz culminación del Mundial fueron hechos por los ayuntamientos, con dinero público de sus respectivas ciudades, y siempre esperamos que en caso de existir beneficios, estos revertirían a quienes los desembolsaron, y muy especialmente a los ayuntamientos, que por ser propietarios de los campos lleva ron a cabo sus obras de remodelación".

Los ayuntamientos implicados en el tema no pretenden la reposición absoluta de los gastos efectuados "pues lo que nos pudieran dar jamás cubriría las inversiones efectuadas. No estamos en contra de que a los clubes se les haya dado dinero. Es más, con las mejoras que hemos realizado en nuestros campos podrán conseguir mayores y mejores recaudaciones. Hemos cedido las instalaciones a la Federación y no tenemos, por tanto, por qué llamar ahora a la puerta de los clubes para cobrar los alquileres, por la simple razón de que no fue a ellos a quienes se los cedimos. El trato de igualdad, que ya nos parecía mal, dado a clubes y ayuntamientos antes del Mundial se ha roto ahora. Resulta que de nosotros se han olvidado, pero que nuestra protesta no sirva para que sea tegiversada por la Federación pues no tratamos de herir la economía de los clubes. Queremos soluciones porque salidas hay puesto que aún queda dinero por repartir, aunque Porta ya haya prometido poner sobrante unas gratificaciones a todos los clubes de Primera, Segunda y Tercera divisiones. No nos extraña su política ya conocida de querer tener contentos a todos los presidentes".

Los alcaldes de los ayuntamientos que se siente perjudicados no desestiman seguir la vía judicial, pues obran en su poder documentos de que tienen que recibir el 15% de las recaudaciones obtenidas en sus campos. Pero en ningún momento adoptarán una postura de fuerza -no ceder el campo al club de la ciudad- por la impopularidad de la medida y el agravio que supondría al equipo de fútbol.