Freitas do Amaral presenta su dimisión como presidente del CDS portugués

Diego Freitas Do Amaral, viceprimer ministro del Gobierno dimisionario de Portugal, presentó anoche su renuncia al cargo de presidente del partido Demócrata Cristiano (CDS).Con la crisis ahora abierta en el segundo partido de la coalición gubernamental lusa, parece irreversible la crisis de Alianza Democrática (AD) y Portugal camina rápidamente hacia elecciones generales anticipadas.

Más aún que la renuncia de Francisco Pinto Balsemao al cargo de primer ministro, la dimisión de Freitas Do Amaral de la presidencia del partido que fundó en 1974 sorprendió a la opinión pública portuguesa. Sin embargo, y a pesar de la discreción de que suelen rodearse los dirigentes democristianos, desde hace mucho tiempo existían divergencias profundas en el seno del partido.

Uno de los síntomas de esta crisis era la situación del grupo parlamentario, sin presidente desde hace más de seis meses. Pero, hasta la fecha, Freitas Do Amaral había conseguido conservar el apoyo de la dirección política de su partido con la ayuda de los miembros democristianos del Gobierno y, en particular, de Basilio Horta, ministro de Agricultura y Comercio.

Los que se oponen a Freitas Do Amaral dentro del CDS lo hacen por dos tipos de razones: el sector más derechista del partido contesta su orientación política y quiere transformar el Centro Democrático y Social en el gran partido de la derecha portuguesa. Otro sector critica sobre todo el estilo excesivamente autoritario del presidente.

En el consejo nacional reunido anoche, Freitas Do Amaral no consiguió convencer a la mayoría de los dirigentes democristianos de la necesidad de apoyar la formación de un Gobierno presidido por Víctor Crespo, el socialdemócrata que el partido mayoritario de AD acababa horas antes de elegir oficialmente como sucesor de Pinto Balsemao a la presidencia del Gobierno portugués.

La crisis abierta ahora en el CDS no dejará de tener repercusiones en el PSD y compromete seriamente el futuro de la coalición. El reajuste del abanico político portugués del que se hablaba hace mucho tiempo parece ahora posible con la reagrupación de los sectores de derecha y de izquierda de los dos grandes partidos de AD.

Este movimiento daría lugar a la creación de dos nuevas formaciones políticas, una claramente conservadora y otra centrista o de centro-izquierda.

La cuestión que se plantea es saber si esta evolución será posible antes de la convocatoria de elecciones generales anticipadas de la que habló ya el presidente de la República, Antonio Ramalho Eanes, en el caso de fracasar los actuales intentos de formar el cuarto Gobierno de AD desde enero de 1980.

La crisis política portuguesa se abrió hace diez días, cuando en la anterior sesión del consejo nacional del Partido Socialdemócrata, Pinto Barsemao anuncié su dimisión como jefe del Gobierno una semana después de que el conjunto de los partidos de Alianza Democrática hubiera sufrido lo que Freitas Do Amaral definió como desastre en las elecciones municipales del 12 de diciembre.