Retratos de Franco y San Pancracio en la administración que dio el 'gordo' en Madrid

"Es el mínimo de reserva que debemos tener con nuestros abonados, porque si no, los perderíamos" aseguró Emilia Alba González, hija de la propietaria de la administración de lotería 39, que vendió el gordo en Madrid, refiriéndose a un cliente que ha ganado 250 millones de pesetas y cuya identidad permanece en secreto.Entre casi un centenar de curiosos y numerosos periodistas, Alba González y las dos empleadas de la administración, Pilar Sacristán y Laura Martínez, eran remisas a dar cualquier información sobre los agraciados por el número 21.515. "Está muy repartido y no sabemos quién lo puede tener, a excepción del abonado que se llevó una serie de diez números del premio".

En apenas diez metros cuadrados, entre cámaras, magnetófonos , el retrato del general Franco y una estatuilla de San Pancracio, extrañamente adornada con perejil, las vendedoras repetían una y otra vez que desconocían exactamente cuántas series habían vendido del número premiado.

"Yo creo que, como mínimo, han sido tres series", aseguró Alba González, "es decir, 750 millones, lo que no está mal". "No; nosotras no jugamos nada, al igual que los comercios de esta calle" añadió, "pero tenemos la ilusión de haberlo repartido".

Alba González explicó que estaba "encantada de haber dado el gordo de Navidad y que haya caído parte dentro del abono y se lo haya llevado ese cliente tan estupendo que apuesta con tanta fe desde hace varios años al mismo número".

Alrededor del mediodía entró en la pequeña administración un señora, que pidió un décimo para el sorteo del Niño y, mirando extrañamente el revoltijo de curiosos, periodistas y fotógrafos, preguntó qué pasaba. "Pero mujer", contestó una de las vendedoras de lotería, "¿no sabe que hemos dado el gordo?". La extrañada señora replicó inmediatamente: "No. Pero me parece muy bien. ¿Cuál es el número?".

El premio gordo de ayer es el segundo que distribuye la administración 39. "El anterior", dijo Alba González, "fue a principios de siglo; pero bajo la administración de mi madre, el de este año es el primero". El ambiente en la calle durante toda la mañana era de interés por ver el espectáculo, inusitado entre los vecinos, de unidades móviles de televisión y emisoras de radio, periodistas y fotógrafos que aguardaban alguna noticia sobre los agraciados.

Laura Martínez fue la primera en enterarse de que habían repartido el gordo. "Hacía poco que habíamos abierto y estaba escuchando la radio cuando saltó el premio. Al apuntar el número lo reconocí y supe que lo habíamos vendido nosotras. Solté un 'Ay, es el nuestro' y llamé inmeditamente por teléfono a casa de doña Emilia; luego dijeron que había sido la 39, y Pilar y yo chillamos a la vez, aun cuando estábamos seguras de que era el nuestro".

La fama recién adquirida por la administración 39 de Madrid debería repercutir, conforme al deseo de Alba González, en mayores ventas de lotería. "Espero que se supere la cifra de cincuenta millones de pesetas que hemos vendido para el sorteo de Navidad de este año".