Los socialistas recusan al Gobierno regional de Cantabria

El Gobierno regional de Cantabria, y en especial su presidente, José Antonio Rodríguez, fueron puestos contra las cuerdas en el curso de la sesión plenaria celebrada a lo largo de todo el lunes por la Asamblea regional cántabra. El portavoz socialista, Jaime Blanco, recusó "moral y políticamente" al Gobierno regional, exigiendo de éste que no. "tome decisiones políticas, cosa que por otra parte tampoco sabe", precisó, "porque entonces contarían con el rechazo de nuestro grupo".

La sesión de la Cámara regional, convocada a propuesta socialista tenía como objeto que el Gobierno manifestase su postura tras los resultados electorales del 28 de octubre, que han modificado, aunque no sustancialmente, la composición de la asamblea regional. Todos los grupos intervinientes coincidieron,en considerar que el discurso del presidente, de dos horas y media de duración, no había dado respuesta a la cuestión planteada, limitándose a hacer inventario de las realizaciones llevadas a cabo en los últimos meses y a esbozar intenciones.No obstante, tanto el Grupo Popular como el centrista finalizaron sus intervenciones apoyando al Gobierno el primero y ofreciendo su ayuda "desinteresada" el segundo. Fue precisamente el portavoz de UCD el encargado, con visible disgusto de algunos de sus compafieros de grupo, de rectificar posiciones anteriores de los dirigentes centristas en la cámara y que calificó de "histéricas", ofreciendo el apoyo de su grupo para "mantener esta inestabilidad de la manera más estable posible", refiriéndose a la precaria situación del ejecutivo cántabro, que tan solo cuenta con el apoyo parlamentario del Grupo Popular.

Los socialistas, por su parte, evitando en todo momento el anuncio de una posible moción de censura al presidente del Gobierno, criticaron el miedo y la desconfianza de éste ante la asamblea, la carencia de objetivos y de programa de Gobierno y su descoordinación. Blanco, que acusó al Gobierno de no estar cumpliendo el pacto de actitudes (pacto por Cantabria) suscrito en marzo pasado, afirmó que "si antes del 28 de octubre en Cantabria se podía gobernar sin los socialistas, pero no contra los socialistas, ahora no se puede gobernar sin nuestro partido".