El Gobierno desea que las Cortes ratifiquen el convenio con Estados Unidos antes del próximo 21 de mayo

El ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, aseguró ayer, ante la correspondiente comisión del Congreso de los Diputados, que el Gobierno, antes de tomar una decisión definitiva, analizará a fondo los planteamientos estratégicos de una posible integración militar en la OTAN. Adelantó también el propósito gubernamental de que las Cortes ratifiquen el convenio bilateral con Estados Unidos antes del 21 de mayo, previa modificación del texto para que no comprometa la citada integración en la alianza. Morán afirmó que España aumentará la presión negociadora para la adhesión a la CEE y reforzará la reivindicación de Gibraltar, sin penalizar a la población.

La primera comparecencia del nuevo ministro de Asuntos Exteriores ante el Parlamento comenzó con una larga intervención de Fernando Morán, seguida de las preguntas de los portavoces de los grupos, a los que el ministro contestó en bloque. A pesar de ello y de las limitaciones de tiempo para las réplicas de los portavoces de los grupos y para las preguntas individualmente formuladas por los diputados que lo desearon, la sesión, iniciada al mediodía, hubo de prolongarse hasta poco antes de las cuatro de la tarde, lo que suscitó la protesta M Grupo Parlamentario Popular. Los portavoces de los grupos nacionalistas vasco y catalán pidieron que en sucesivas ocasiones el ministro responda a cada grupo inmediatamente después de que formule sus preguntas.Fernando Morán expresó la voluntad del Gobierno de cumplir en principio los compromisos adquiridos por el anterior Gabinete, compatibles, en lo que se refiere a la OTAN, con un análisis a fondo de los planteamientos estratégicos de la integración militar, lo que no obsta para que España continúe presente en los comités militares, aunque sin participar en sus decisiones. Tanto en relación con este tema como con los restantes abordados en la sesión informativa, las mayores disidencias se produjeron entre el portavoz de UCD y exministro de Exteriores, Marcelino Oreja, y el nuevo ministro, que en su tiempo fue subordinado de Oreja como director general para Asuntos de Africa.

Oreja defiende la gestión de UCD

Oreja rechazó que, a partir de la etapa Morán, España hubiera comenzado a "hablar alto y claro en los foros internacionales" -como había asegurado el actual ministro-, "porque esa actitud de dignidad nacional la mantuvieron todos los Gobiernos de UCD".

Preguntó en concreto sobre el alcance de la congelación de la integración militar en la OTAN, a lo que Morán contestó dando cuenta de algo que consideraba conocido por el diputado centrista: el resultado de las tres tandas de conversaciones celebradas entre una delegación de la OTAN y los representantes españoles, en las que se definió el concepto de amenaza común y el planteamiento estratégico del mando militar sobre territorio español.

El ministro de Asuntos Exteriores recordó que, en esas conversaciones, Unión de Centro Democrático mantuvo la idea de la existencia de un mando único para la Península Ibérica, lo que originó fricciones con Portugal, que entendió que, con ello, se rompía su unidad geoestratégica.

La propuesta contemplaba que existieran dos mandos militares sobre la Península: uno, dependiente de Estados Unidos, que incluía Portugal y el archipiélago canario, y otro, dependiente de España, que abarcaba el resto de la Península y Baleares. Tampoco el mando español encontraba satisfactorio este planteamiento, porque los militares españoles quedarían de algún modo subordinados en nuestro propio territorio.

Posición menos 'dura' hacia EE UU

En relación con el convenio bilateral con Estados Unidos, Fernando Morán mostró una posición menos dura que con anterioridad a la visita que el secretario de Estado norteamericano, George Shultz, giró recientemente a Madrid.

Anunció que si se obtienen garantías de que el convenio no nos conectará con la Alianza Atlántica, el texto firmado en julio por el anterior Gobierno, sería llevado al Parlamento para su ratificación antes del 21 de mayo próximo, fecha en la que -en caso contrario y de no haberse prorrogado el convenio- tendrían que desmantelarse las bases norteamericanas.

En cuanto a la adhesión española a la Comunidad Económica Europea, Fernando Morán dió cuenta de la estrategia gubernamental, consistente en incrementar la presión negociadora, actitud que produciría como efecto colateral el robustecimiento del tratado preferencial suscrito en 1970, de consecuencias positivas para España.

Respecto al horizonte de la adhesión, señaló que durante las próximas etapas sucesivas de presidencia comunitaria - alemana, griega y francesa-, la menos propicia para la causa española será la griega, por su menor peso en la comunidad.

Preguntado por el portavoz de la Minoría Catalana, Joaquín Molins, sobre la fecha tope definitiva para la integración en la CEE, a la vista de las declaraciones divergentes del vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, y otros dirigentes socialistas, Fernando Morán invocó la referencia a la actual legislatura realizada por el presidente Felipe González durante el debate de investidura y elogió la habilidad de Guerra para convertir sus palabras en titulares de pgríódicos, a pesar de haber coincidido, en el fondo, con otras afirmaciones, en, el sentido de que a partir de 1984 el interés español por la adhesión será decreciente.

Resultados satisfactorios de la apertura de la verja

El ministro de Asuntos Exteriores resaltó los resultados satisfactorios de la reciente apertura de la verja de Gibraltar, que contribuye a terminar, dijo, "con la progresiva alienación de la población gibraltareña respecto a España y con el embrión de nacionalismo gibraltareño que podría ser favorecido por algunas de las resoluciones de la ONU sobre la autodeterminación". Destacó la sorpresa producida en el Reino Unido ante la medida española y el hecho de que, por primera vez, los gibraltareños duden sobre la posición británica.

Fernando Morán dijo que con la apertura de la verja se cumplía uno de los compromisos de la declaración de Lisboa que, por otra parte, no le gustaba, entre otras cosas, por su referencia a la Constitución de Gibraltar. Oreja recordó que el PSOE había felicitado al Gobierno de UCD por aquella declaración y Morán preguntó a su vez a Oreja por la pasividad española anterior al conflicto de las Malvinas.

A la objeción del portavoz del Grupo Parlamentario Popular, Guillermo Kirpatrick, sobre los problemas de la no integración militar para la modernización de las Fuerzas Armadas, Morán contestó que el Parlamento aprobó recientemente el mayor presupuesto de la historia para acometer esa modernización. El diputado del mismo grupo, Antonio Carro, se interesó por la invitación no atendida por España para asitir a la asamblea de la OTAN. El ministro contestó que decidir tal asistencia es competencia del Parlamento.