Trabajar sin cobrar
Durante estos últimos meses en que he estado parado estaba convencido de que esa era la situación más penosa por la que una persona puede pasar. Sin embargo, ahora ya no tengo ese convencimiento, pues estoy viviendo una situación que me parece aún peor: la de trabajar sin cobrar. No, no piensen que he caído en manos de un desaprensivo empresario; no, es con la Administración con quien he topado.Este año tuve la feliz idea de preparar unas oposiciones, trabajé duro y las aprobé. Soy agregado de matemáticas en un instituto de bachillerato, llevo trabajando dos meses y medio y aún no he cobrado ni un duro, y la perspectiva es de que seguiré sin cobrar hasta mediados de febrero. Si a esto se añade que me han obligado a venir a Almería (si no quería perder la oposición), separándome de mi mujer y mis tres hijas., que viven en Madrid, y con el incremento de gastos que este desplazamiento supone, comprenderán la afirmación que hacía al principio.
En una situación similar a la mía se encuentran varios miles de compañeros más, agregados de instituto y profesores de EGB. /
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