El IPI debate las relaciones Prensa-terrorismo

El acceso a los medios de información es uno de los objetivos básicos de los terroristas según las ponencias debatidas en el seminario dedicado al análisis de las relaciones entre información y terrorismo, organizado por el Instituto Internacional de Prensa en el Palacio de Fuensalida.

La nota más destacada del seminario ha sido la coincidencia física, acogidos al mismo techo y sentados a la misma mesa de José Javier Uranga, director de Diario de Navarra, víctima de un gravísimo atentado de ETA Militar que atravesó su cuerpo con cerca de veinte balazos y que aún hace sólo dos meses recibió en su periódico el impacto de varias granadas de mortero enviadas por la misma organización, y de José Félix Azurmendi, director de Egin, que acaba de ser condenado a dos penas de un año de prisión por la Audiencia Nacional como autor de dos delitos de apología del terrorismo.

En la sesión de la mañana el director de Utrech Nieuwsblad y presidente del IPI, Max Snijders, repasó la historia del terrorismo moluqueño en Holanda y describió los métodos ideados para resolver el caso del secuestro del tren. El redactor de Le Monde, Laurens Greilsamer, aportó la versión francesa que, salvo referencias a la posguerra argelina, se consideró por encima del fenómeno.

Clemente Granate de La Stampa explicó en su intervención que la ley sobre terroristas arrepentidos había permitido en Italia la detención de 807 miembros de la extrema izquierda y 150 de la extrema derecha. En el panel dedicado al caso de Alemania un representante del Ministerio del Interior, Reinhard Rupprecht, y otro de la agencia de noticias DPA concidieron en que el terrorismo no había sido aún vencido y explicaron la colaboración prestada por los medios de comunicación social en casos de crisis dramáticas a las autoridades, para tratar con la máxima cuatela los mensajes terroristas y no publicarlos sin consulta previa.