Dos policías municipales ingresan en prisión acusados de violar a una súbdita portuguesa

Los miembros de la Policía Municipal de San Sebastián Javier Lucas Sánchez y Juan Antonio Ibáñez han ingresado en la prisión provincial de Martutene acusados de tomar parte en la violación de una joven de quince años, gitana y de origen portugués. El auto de procesamiento atribuye la violación de la joven, casada hace un año y embarazada de varios meses, al policía municipal Javier Lucas Sánchez. Su compañero está acusado de cometer actos deshonestos y de haber coaccionado a la joven, que, al parecer, fue amenazada con una pistola y una porra, después de que se negara a aceptar las trescientas pesetas que previamente le ofrecieron.

El alcalde de la ciudad, Jesús María Alkain, firmó ayer mismo la expulsión de los dos agentes, que la víspera habían sido ya separados, de sus funciones, privados de sus placas y sometidos a un expediente de expulsión.Según el testimonio prestado por el marido de la víctima, los dos policías se presentaron en la chabola que ocupa la pareja en el extrarradio de San Sebastián, poco antes de las 20.00 horas del martes último, manifestando que debían tomar algunos datos sobre la joven, que se encuentra indocumentada. Tras persuadir al marido para que fuera a cuidar a los niños de un vecino del barracón que habitan en los alrededores del barrio de Amara, los agentes indicaron a la joven que les acompañara, iniciando una discusión en la que los policías llegaron a amenazar con quemar la vivienda.

La joven, según el relato efectuado por su esposo, fue trasladada finalmente en un vehículo patrulla a un descampado, donde el policía Javier Lucas Sánchez llevó a cabo una violación en tanto su compañero de cuerpo amenazaba a la joven con una porra en la mano. Al parecer, este último, no llevó a cabo su intento de violación a causa de la resistencia de la joven, que fue posteriormente abandonada en el mismo lugar y volvió andando a su vivienda.

La detención de los dos agentes municipales fue llevada a cabo el miércoles por miembros de la Policía Nacional, merced a la denuncia presentada por la víctima y sus familiares en el Gobierno Civil de la provincia.

Carlos García Cañibano, concejal responsable de la comisión de Tráfico y Policía Municipal del Ayuntamiento donostiarra, calificó ayer de vergonzosa, indigna y execrable la conducta de estos agentes, que ingresaron en el cuerpo hace dos o tres años, tras superar diversas pruebas de personalidad y que no poseen antecedentes disciplinarios. El concejal puso de manifiesto el agravante que supone, a su juicio, el hecho de que la víctima sea una persona marginada.