El renacer del integrismo islámico inquieta seriamente a los dirigentes argelinos

El fanatismo religioso ha desatado de nuevo las iras de los dirigentes argelinos. Los musulmanes integristas han aumentado su audiencia en este país en el curso de los últimos años, y a pesar de constituir un fenómeno marginal, en una sociedad que se moderniza a grandes pasos, se han convertido en motivo de inquietud para un régimen que afirma su voluntad de combatir la utilización del Islam con fines políticos.

Pocas semanas después de haber protagonizado una manifestación en el centro de Argel, para reclamar la liberación de un grupo de hermanos musulmanes acusados de participar en los incidentes que causaron la muerte de un estudiante, el mes pasado, los integristas vuelven a la actualidad con motivo de una advertencia formulada por el número dos del régimen, Cherif Mesadia, quien ha asegurado que no se tolerará el empleo del Islam para atentar contra la vida o la propiedad de las personas.Calificados a la ligera por la población de hermanos musulmanes, los integristas realmente en activo constituirían una pequeña hermandad, bien organizada, según las instancias del partido único, el Frente de Liberación Nacional (FLN), que es considerado por los extremistas religiosos como la expresión de los errores y el aburguesamiento del régimen dirigido por Chadli Benjedid.

Los enfrentamientos entre jóvenes integristas y estudiantes no han dejado de multiplicarse en la casi totalidad de los centros universitarios. La querella rebasa la opinión popular, en el sentido de tratarse de una polémica "entre quienes beben vino y quienes no lo hacen" para incidir en el terreno político

Proclama antigubernamental

La politización de los discursos pronunciados el viernes, día santo según el Islam, en algunas mezquitas de los alrededores de Argel habría sido facilitada no tanto por la virulencia de los imanes como por la degradación del tejido social en una zona geográfica donde cohabita el lujo descarado de unos pocos y la pobreza digna de una mayoría.La recuperación de este fenómeno a través de los organismos de masas del FLN ha desatado la cólera de los imanes. Un triunvirato compuesto por los imanes Soltani, Madani y Sahnun, que goza de una considerable audiencia popular, sería el autor intelectual de una proclama contra el Gobierno que ha sido difundida ampliamente fuera y dentro de las mezquitas.

El documento no sólo reclama la liberación de los integristas detenidos, afirmando que el lugar de éstos "no son las cárceles, sino las mezquitas", y solicita al presidente Chadli que se aplique en Argelia el conocido principio islámico "¿De dónde viene tu riqueza?".

La lista de reivindicaciones elaborada por los hermanos musulmanes incluye no pocas de las que integran la opción económica del Gobierno. Pero los integristas exigen que no se vote el nuevo Código de la Familia, a pesar de que es considerado generalmente como de corte machista, y se tenga en cuenta que todas las mujeres que trabajan son adúlteras.

Otras de las exigencias son: prohibir la mezcla de sexos en los establecimientos docentes y, a través de un curioso lenguaje a lo Jomeini, luchar "contra los dos satanes y sus agentes en Argelia", entendiéndose como tales a Francia y a los partidarios del baasismo, inspirado en el sunnismo iraquí y aliado táctico del semiclandestino Partido Comunista.