El nuevo Gobierno procederá a una profunda profesionalización en la gestión del INI
El nuevo Gobierno socialista tiene intención de proceder a un importante cambio en la gestión del Instituto Nacional de Industria (INI) y las empresas públicas, a fin de profesionalizar el aspecto visible de las mismas y poner fin a la confusión generada a raíz de las posturas mantenidas por los actuales directivos frente a la comunidad financiera internacional.
Con el citado cambio, el PSOE perseguiría iniciar una nueva relación y un mayor entendimiento entre el sector público y la banca internacional -principal agente financiero de las empresas del grupo-, cuya preocupación fue evidente durante la llamada crisis del aluminio, cuando el INI puso en duda, momentáneamente, la capacidad y voluntad del sector público para hacer frente a sus compromisos internacionales de pago.Aunque el Partido Socialista Obrero Español, y el nuevo ministro de Industria y Energía, Carlos Solchaga, aún no tiene perfectamente delineado el cambio y mantiene en el más riguroso silencio sus intenciones sobre sustituciones concretas, varios directivos de bancos extranjeros que se han entrevistado en las últimas semanas con dirigentes del PSOE dan por seguro la eventualidad de estos cambios y la adopción de una postura diferente de la empresa pública con relación a la financiación exterior del sector.
Asimismo, las mismas fuentes consideran necesario y urgente este cambio, que bien podría materializarse en los próximos compromisos de pago internacionales, tanto del grupo de mayoría estatal, como es Aluminio-Alúmina Española, así como del privado, es decir, en Explosivos Río Tinto (ERT). La necesidad de un nuevo interlocutor en el grupo, que haga olvidar los problemas y malentendidos surgidos hace unas semanas en las negociaciones del caso ALuminio, se considera en dichos círculos como una cuestión prioritaria.
Esto parece cierto también en el caso ERT, donde, tanto Miguel Boyer, nuevo zar del área económica, como Carlos Solchaga, ministro de Industria, han mantenido conversaciones con directivos del grupo privado petroquímico, así como de la banca con riesgos en la empresa, a fin de delimitar el alcance de la crisis de dicha entidad. Según fuentes bancarias, la impresión recogida en estos contactos ha sido, "por ahora, muy satisfactoria".
Pasos en falso
La otra crisis, la del aluminio, se geiieró en las semanas previas a las elecciones. del pasadcv 28 de octubre, como consecuencia de la postura mantenida por la dirección del Instituto Nacional de Industria (INI), que decidió suspender el pago de los intereses de un crédito internacional de doscientos millones de dólares que había dirigido el Orion-Royal Bank of Canada. Tras, un mes de tensas negociaciones con un grupo de más de veinte bancos extranjeros, el INI autorizó finalmente a la Empresa Naciorial del Aluminio, SA (ENDASA), socio mayoritario en Aluminio-Alúmina a realizar el pago de los ]Intereses del crédito, que suponíart tan sólo unos ocho millones de dólares.Pese a que el pago puso fin a la controversia, el eurocrédito estuvo técnicamente vencido (en default) durante un mes y obligó a que el consorcio bancario considerara seriamente la posibilidad de ejecutarlo ante los tribunales británicos. La polémica colocó a las sucursales españolas de la banca internacional en una dificil posición ante sus casas matrices, algunas de las cuales dieron instrucciones concretas a sus delegados en Madrid para suspender ciertas actividades en España, en espera de una clarificación del problema.
La singular polémica INI-banca internacional provocó, en un momento de incertidumbre política electoral, algunos cambios en la calificación (rating) de España como prestatario internacional, que se tradujo en la entrada de este país en las listas de "naciones con elevado riesgo", al mismo nivel que Mexico, Brasil, Argentina y Perú. Sólo las prontas gestiones de algunos directores de las sucursales españolas ante sus casas matrices permitieron la salida inmediata de España de estas listas, inclusión que había sido aconsejada por una famosa empresa de consulting norteamericana dirigida por un ex alto funcionario de pasadas administraciones estadounidenses.
En estos momentos, varios bancos extranjeros han enviado a Madrid a sus analistas de riesgos, funcionarios que periódicamente realizan un detallado estudio de la situación objetiva de la economía de un país y de sus perspectivas a corto y medio plazo. En sus entrevistas con altos funcionarios de la banca, Administración, PSOE, empresas y medios de comunicación, algunos han entendido que la "situación no es tan grave", pese a las especulaciones que la Prensa especializada internacional realizó a raíz de las crisis de ERT, Banca Catalana y el sector del aluminio.
Operación 'jumbo'
Con todo, tanto los visitantes como algunos delegados de la banca extranjera en Madrid son de la opinión -reforzada con ocasión de sus encuentros con dirigentes socialistas- de que el nuevo Gobierno tendrá que realizar varios gestos de "buena voluntad" para restablecer la buena impresión y el crédito que España ha disfrutado tradicionalmente en los mercados internacionales. Estos gestos se hacen virtualmente necesarios cuando los mismos medios dan por descontado la posibilidad de que el Gobierno socialista tenga que recurrir a los mercados internacionales con una operación 'jumbo' multimillonaria que incremente la capacidad de financiación del Estado de cara a la realización del programa económico socialista.La primera prueba de fuego del nuevo Gobierno con la banca internacional se producirá, por otro lado, el próximo día 20 de diciembre, cuando vence el plazo trimestral del pago de los intereses del crédito de doscientos millones de dólares que el grupo bancario del Orion-Royal Bank of Canada concedió a Aluminio-Alúmina. Al día siguiente, además, vence el plazo de otro pago de intereses del otro crédito, también de doscientos millones, que dirigió el grupo Banco de Bilbao-Citibank con la empresa Alúmina Española.
Hasta la fecha, los actuales directivos del INI han dado largas a los bancos extranjeros que se han interesado por la actitud que adoptará la empresa alumínica. Según las fuentes citadas, los directivos del ente público han señalado que "el problema ya no es nuestro, sino de la próxima Administración".
Esta actitud también se ha expresado en la renovación de muchas líneas de crédito que algunas empresas públicas tenían con la banca extranjera, especialmente cuando algunas entidades, aún nerviosas por la crisis del aluminio, han exigido avales del INI en la renovación de las mencionadas operaciones.
Estos gestos, considerados de "mal gusto" por ciertos responsables de las entidades extranjeras, han agudizado el nivel de enfrentamiento que existe con algunos de los actuales responsables del grupo público, que dan por descontado su sustitución cuando quede delineada la nueva administración.
La actitud de espera de la banca internacional ha podido ser contrastada, en parte, en la sindicación de la última salida al exterior del Reino de España, por un importe de doscientos millones. Aunque no se puede calificar esta operación de fracaso, sí se ha podido observar una sería reticencia de algunas instituciones importantes a participar en ella.
Con todo, el nivel de sindicación, según fuentes solventes, ha sido elevado, aunque para ello se haya tenido que recurrir a referirla al tipo de interés preferencial norteamericano (prime rate), lo que es un fuerte elemento de atraccíón para los bancos de base dólar, principalmente los de tamaño medio y con fuerte implantación en el Medio Oeste de Estados Unidos. Esta operación se firmará, por otro lado, a mediados de diciembre, pese a que en algunos medios se llegó a hablar, no hace mucho tiempo, de su posible cancelación.
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