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Un viento gélido recorrió el parque

El ambiente en el patio de operaciones de la Bolsa de Madrid en la mañana de ayer era casi tan frío como en el exterior. Las expectativas, ilusiones y esperanzas quedan para mejor ocasión y el mercado parece querer recobrar su tendencia de otras semanas anteriores.Resulta bastante diricil pensar que por aquí se tuviesen puestas esperanzas e ilusiones en el debate político del miércoles por la tarde. Prácticamente no se dijo nada nuevo y eso era de esperar.

Pero la realidad es que parecen haberse terminado las posturas de sostenimiento que se observaron hace días y que han sido calificadas por más de un especialista como de irreales.

La situación económica es mala, pero ésto es algo que la bolsa ya había detectado hacía meses. Las inversiones se han dirigido desde entonces hacia activos más seguros y no parece que haya sido en espera de acontecimientos.

El dinero de los inversores no puede permanecer ocioso y los mercados de letras de cambio y de pagarés le ofrecen una buena ocupación.

Las cuatro bolsas tuvieron una actuación similar y las mermas en sus indicadores generales son casi unánimes: 33 centésimas perdía Bilbao, 45 Barcelona, 50 Valencia y 53 Madrid.

El grupo eléctrico resultó el más castigado en los cuatro mercados sufriendo recortes en sus cambios casi todos los valores que lo integran, lo cual tuvo como consecuencia el que los indicadores sectoriales perdiesen más de un punto en todos los mercados.

Al fallar el que había sido el motor de las últimas sesiones, las miradas Se volvieron hacia el otro gran protagonista de los parqués.

Pero el sector bancario no parece tener definida su política y ha adoptado en las últimas sesiones una actitud casi estática sólo alterada por el central y el Urquijo que sí parecen saber lo que quieren.

Los siete grandes vieron ayer aumentada la cifra de sus saldos vendedores, siendo el Popular el que más títulos acumulaba sobre el saldo del día anterior. Sólo tomó el 30% y perdió cuatro enteros, el Central que tomó el cien por cien de su saldo, ganó tres y el resto se limitó a repetir.

En la Bolsa de Barcelona el grupo de las constructoras parece haberse abandonado completamente y haber olvidado que hace pocos días mostraba una seria resistencia a la baja.

El volúmen de negocio sigue su marcha descendente mostrando así la evidencia de la falta de órdenes compradoras para los títulos de renta variable. Contrasta este hecho con la línea que mantiene el mercado de letras que semana tras semana se mantiene en un mismo nivel.

Al final la posición era de papel al cierre aunque, justo es decir, que también había doce valores para los que la posición final era de dinero.

Sólo queda añadir una triste noticia. Nuestro compañero de la Cadena SER, Antonio Martínez Aedo, falleció ayer por la mañana. Durante el corto espacio de tiempo en que le conocimos tuvimos en él a un excelente compañero. El recuerdo de su buen humor nos acompañará siempre. Nuestro sincero pésame a sus familiares.

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