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Luis Pinilla: "Me interesa de una manera directa y total la paz y me preocupa la no violencia"

"He experimentado un cambio de valores en mi vida y ahora me interesa de una manera directa y total la paz y me preocupa la no violencia". Con estas palabras el general de división Luis Pinilla Soliveres, de 61 años de edad, explicaba a EL PAIS su decisión de haber solicitado su baja en el Ejército, cuando se encontraba a ocho meses de ascender a teniente general, para retirarse a trabajar en uno de los centros que la comunidad cristiana seglar Misión Juventud ha abierto en Villaverde, un barrio de las afueras de Madrid donde se da uno de los mayores índices de delincuencia de España.

Tímido y en tono resignado, el general Luis Pinilla explicaba a un redactor de este periódico en este centro, donde tiene instalada su vivienda, que no quería publicidad. "Esto es un asalto y yo sólo quiero olvidar mi anterior etapa para dedicarme a los jóvenes". Tras un primer intento para convencerle de que nos explicara este sorprendente giro que ha dado a su vida y después de atender a uno de estos muchachos con el que ya había quedado, accedió a charlar amigablemente sobre su nueva situación."Es una decisión muy madurada de la que me siento muy contentó, no tanto por lo que he dejado sino por el porqué del cambio de vida que he dado, obedeciendo a la conciencia y a lo que interpreto que es la voluntad de Dios sobre mí". El general Luis Pinilla habla sosegadamente con la conciencia tranquila de un cristiano convencido y bajo la influencia de su disciplinada educación militar.

No quiere tratar mucho el tema del Ejército, al que ha dedicado toda su vida como lo prueba su brilllante carrera en la institución militar, pero la pregunta es inevitable: ¿Ha influido de alguna manera en esta decisión su última etapa como director de la Academia General Militar de Zaragoza?. Su respuesta es aséptica y explica que "ha podido influir indirectamente y en un orden muy secundario". ¿Y eso cómo se traduce?. "Prefiero no traducir esto a palabras concretas", replica. El general ya había reconocido anteriormente que había tenido algunos problemas en el desempeño de su labor y especialmente en su etapa como director de la Academia de Zaragoza, pero su giro comprende también el olvidar estos temas.

Cambia la conversación. "Ahora", dice Luis Pinilla, "no siento una nostalgia general; siento tres tipos de nostalgias: la de mis antiguos compañeros, la de los cadetes de la Academia a los que me hubiera gustado servir con más efectividad, y la de los soldados a los que he sentido y querido siempre muy profundamente".

Luis Pinilla está interesado en la paz y en la no violencia. "Sí, me interesa la no violencia, especialmente en lo que se refiere a una nueva parcela de pensar en la juventud, que les haga querer de una forma intensa la paz, lo cual, afortunadamente, ya está en el ánimo de muchos jóvenes sin necesidad de pertenencia a grupos pacifistas, en relación a los cuales, por otra parte, no tengo nada en su contra".

El centro no tiene calefacción y el general enciende un pequeño aparato eléctrico que se encuentra en el cuarto donde estamos charlando. La conversación vuelve a dar una vuelta. Luis Pinilla ejercerá a partir de ahora la psicología, carrera de la que se licenció en la facultad de Madrid. Su nuevo trabajo consistirá en ayudar a los jóvenes más necesitados, especialmente los que viven en el barrio y tienen mayores problemas.

La comunidad cristiana Misión Juventud tiene abiertos varios centros en Andalucía, Aragón y en Castilla, y está dedicada a la ayuda de los jóvenes. "Nuestra misión" dice Luis Pinilla, "consiste en ayudar a la gente económicamente más débil y cultural y espiritualmente menos atendida, llegando hasta los marginados y jóvenes más conflictivos".

Licenciado en Psicología

El general de división trabajó en la sección de Psicología del Ejército y después creó y fue prácticamente el primer jefe del Servicio de Psicología de las Fuerzas Armadas en el Ministerio de Defensa. "En todos mis ratos de ocio", afirma Pinilla, "he dedicado gran parte de mi tiempo a la prestación de servicios de psicología como dinámica de grupos, cursos de animadores juveniles, charlas, conferencias y temática que afecta a esta disciplina, siendo uno de los primeros colegiados en toda España".Luis Pinilla, que afirma no haberse casado por elección, lleva invirtiendo desde hace mucho tiempo todo su dinero en esta comunidad. El centro es muy concurrido y, desde que él tomara sus riendas, el número de jóvenes que se acercan allí se amplía progresivamente. Al general no le preocupa el problema económico. "He vivido durante mucho tiempo en la austeridad, lo cual hace que este cambio no sea tan brusco para mí".

Sus proyectos son innumerables. "En principio, tenemos la idea de crear un movimiento de hombres y mujeres, que se llamaría Jóvenes Nuevos, y se trataría de que ellos elaborasen un cambio social y un mundo nuevo que desde el punto de vista de la fe esté, además, acorde con lo que pudiéramos llamar la idea de Dios; esto supone un proyecto humano que puede vivirse también en colaboración con los jóvenes que no tengan el don de la fe".

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