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El ex presidente Giscard vuelve a integrarse en la vida política francesa

El ex presidente francés Valéry Giscard d'Estaing se ha reincorporado definitivamente a la vida pública y, en apariencia al menos, cuenta con el apoyo de la federación de los partidos políticos que le ayudaron durante los siete años de su mandato. El centrismo continúa siendo su filosofía política.Tras año y medio de reflexión desde que perdió las elecciones presidenciales del día 10 de mayo de 1981, Giscard continúa pensando que lo que "expresa una transformación de la sociedad se sitúa en el centro de la vida política", y que el centro "no es un compromiso, sino una síntesis". Los tres partidos que componen su plataforma electoral (radicales, centristas y republicanos independientes) "deben ser el movimiento alrededor del que gire la vida política".

Estas ideas fueron las que desarrolló durante el último fin de semana el ex presidente en el congreso de la Unión por la Democracia Francesa (UDF). Giscard intervino sólo el último día, pero los dos anteriores -anotan todos los observadores políticos- fueron vividos "esperando a Giscard".

Esperando a Giscard

A juzgar por el renovado entusiasmo de los 4.000 congresistas, la desbandada y las traiciones que siguieron a la derrota de 1981 se diría que pertenecen a la historia. ¿Ha renacido en Francia el giscardismo? Es lo que creen, al menos, los partidarios del ex presidente. Su reconciliación con el otro líder de la oposición conservadora liberal, el neogaullista Jacques Chirac, le ha favorecido en cualquier caso. Cien días antes de las elecciones municipales, el alto el fuego en la llamada batalla de los jefes se considera esencial para que la oposición concurra unida a esos comicios.La otra nota destacada de este congreso fue la no asistencia del ex primer ministro Raymond Barre, el tercer hombre cara al futuro de la presidencia de la República francesa. Dos dirigentes centristas, el diputado Bernard Stasi y el ex secretario de Estado de Exteriores Olivier Stirn, fueron silbados: el primero, cuando elogió la acción que lleva a cabo Barre, y el segundo, cuando sugirió una posible alianza del centro con los socialistas en el momento en que a estos últimos les abandonen los comunistas.

Stirn fue recibido recientemente por el presidente François Mitterrand; él, como Stasi, representa una parcela minoritaria del centro, con la que contaría al presidente de la República para maniobrar en función de los vaivenes electorales del futuro, entre los que figura, en primer lugar, la confirmación de la caída del partido comunista.

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