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Gaspar Castellano abandona la presidencia de la Diputación de Aragón

El presidente de la Diputación General de Aragón, Gaspar Castellano, dimitió ayer de su cargo por razones personales que incluyen su abandono de la política activa, según declaró a los medios informativos. Este hecho es sólo un eslabón más de la peligrosa crisis que vive la autonomía de Aragón, que a partir de ahora se enfrenta a una incierta recomposición de sus instituciones.Los órganos legislativo y ejecutivo de Aragón se formaron en septiembre, aplicando los resultados de las anteriores elecciones que dieron a UCD la mayoría absoluta en ambas instituciones. Los resultados electorales del 28 de octubre han supuesto un brusco giro a la correlación de fuerzas políticas: Los centristas quedaron sin ningún representante en las Cortes, mientras Alianza Popular partía de cero a convertirse en el segundo partido tras el PSOE y los regionalistas del PAR -que acudieron con él en coalición- pasaban de un parlamentario a cuatro.

La crisis de la UCD aragonesa -con manifiestas muestras de haber asimilado muy mal su derrota-, ha tenido desde entonces numerosos episodios.

Los primeros indicios se dieron cuando Gaspar Castellano, a su vuelta de una entrevista en Madrid con Rodolfo Martín Villa, puso su cargo a disposición de la Asamblea, buscando más -según se interpretó- lograr apoyos para poder continuar su gestión que una dimisión real. Siguió después la descalificación de sus palabras por parte del presidente regional del partido, el turolense Román Alcalá, que a su vez sería rebatido por UCD de Zaragoza, mientras Castellano guardaba un absoluto mutismo.

Ayer finalmente, con el suspense habitual, Gaspar Castellano hizo pública su irrevocable decisión de dimitir.

Para los socialistas este hecho pone en serio peligro el funcionamiento de las instituciones autónomas porque, según su secretario general, Santiago Marraco, UCD no designará un nuevo candidato en tanto no aclare su propio futuro como partido. En opinión del Partido Socialista, sin embargo, debe ser UCD quien asuma sus responsabilidades como grupo mayoritario de la autonomía aragonesa, aunque los socialistas están dispuestos a adoptar las más enérgicas medidas -declaró Marraco- para evitar que llegue la paralización.

Si UCD no designa un nuevo candidato en el plazo de dos meses, la Asamblea parlamentaria podría disolverse para iniciar a últimos de enero un nuevo proceso de constitución, con las elecciones autonómicas a punto de celebrarse. Entre tanto, quedan pendientes de aprobación, entre otros, asuntos tan importantes como los presupuestos de la comunidad autónoma.

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