Total sensación de derrota

Terminó la presente semana de sesiones en las cuatro Bolsas españolas con una total sensación de derrota debida a las bajas, bastante considerables, registradas en los índices generales en esta última sesión.Había algunos pronósticos que apuntaban hacia una subida generalizada paira la sesión de ayer como respuesta a la normalidad con que transcurre la vida política en nuestro país. Pero ni siquiera el mensaje del Rey reafirmando la normalidad de este proceso sirvió como revxilsivo a las Bolsas, que, o bien son indiferentes a la vida política o bien padecen algún mal más profundo.

Desde prirri,era hora de la mañana las instituciones comenzaron a soltar papel,, sobre todo de eléctricas, demostrando con esto que no están dispuestas a mantener por más tiempo estos títulos en sus carteras y mucho menos a hacer frente a las próximas ampliaciones de capital que comenzarán la semana que viene para alguna de estas sociedades.

Así, Sevillana perdía un entero; Hidrola, casi 1,5, y Fecsa, casi uno. El casi es debido a que algunos cambios se hicieron en octa vos, lo que significa que, si bien existe el firme propósito de sostener los cambios de estos valores, el poco dinero que acudía tampoco tenía la suficiente fuerza como para mantener el cambio en los tradicionales cuartillos. Los recortes sufridos por las eléctricas en esta semana inticipan un futuro bastante oscuro a las ampliaciones en puertas.

El sector bancario también se llevó un capón, que se tradujo, primero, en un aumento de los saldos por caja, y después, en recortes casi generalizados en lo que a los siete grandes se refiere. El Bilbao, que eira el que presentaba un saldo menor, repitió cambio, y al final incluso tenía dinero. El resto de los grandes retrocedía entre dos y seis puntos.

El resto de los sectores se unió a la corriente general y las pérdidas eran más, o menos parecidas, salvándose el grupo de bancos industriales gracias al Urquijo, que, sorprendentemente, ganaba seis enteros. Telefónica decidió perder 1,5 puntos para dar más ambiente.

El mercado catalán fue el que registró la baja más acusada en su indicador general, manteniendo exactamente la misma tónica que el día anterior. El ambiente era muy conservador y más que las órdenes vendedoras predominaba la falta de dinero.

Se notó en este mercado cierta presión vendedora en el grupo de las eléctricas, que no pudo llegar a realizarse al no encontrar como contrapartida el dinero necesario.

Bilbao y Valencia tuvieron unas sesiones parecidas y cedían 77 y 78 centésinias, respectivamente, con lo que ayer todos los mercados tuvieron la misma tendencia, al contrario que el día anterior, en el que la desorientación era manifiesta.

El dinero sigue sin acudir al mercado de acciones, y esto es debido fundamentalmente a la falta de expectativas claras y a la inseguridad. No poco debe de haber contribuido a ello el resultado de la última subasta de pagarés del Tesoro, en la que se aceptaron 12.901 millones en pagarés a seis y doce meses, y con una rentabilidad cercana al 16%. A nadie le amarga un dulce, y menos en las circunstancias actuales.

Para la seinana próxima es de esperar que el dinero mantenga su cautela, y será la mayor o menor cantidad de órdenes vendedoras la que oriente las sesiones en uno u otro sentido.