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"Desde julio estaba fregando escaleras para poder irme a Londres a abortar"

"Desde julio estaba fregando escaleras y cuidando un niño para irme a Londres a abortar. Tenía cita en una clínica, y apalabrado el vuelo charter con una agencia. Pero pasaba el tiempo y no tenía suficiente dinero ahorrado, así que decidí darle un adelanto de 12.000 pesetas a la mujer de Torreagüera para que me quitara esto de encima; por que yo sola, como le dije a la policía en el hospital, buscándome la vida sola, y no de puta, no tengo un hijo de un hijodeputa", comentaba ayer a EL PAIS Mari Carmen Olmo, la joven murciana de 19 años que el sábado 13 interrumpía una gestación de casi cuatro meses, después de haber sido violada en Orihuela el pasado 18 de julio.

El juez dejó ayer en libertad bajo fianza a Carmen Miñano, acusada de poner en contacto a Mari Carmen Olmo con la mujer acusada de practicarle la interrupción de su embarazo. Mari Carmen es la cantante de rock del grupo local Grandes Rebajas y cuenta que durante los ocho días que ha pasado en la cárcel de Murcia ha compuesto una nueva canción para el grupo.Se había ido de su casa a finales de julio, cuando la polícía se presentó con una citación, para un careo en Orihuela (Alicante) con su violador y acompañantes de éste. "Mi madre pasa del rollo de la policía, y me echó. Es que también los tíos se presentaron de marrón, con el papel ése. Así que cogí un piso con otra amiga en el barrio del Carmen, porque decidí sacarme esto de encima yo sola, sin meter a nadie en el asunto".

Aborto clandestino con grandes hemorragias

Pero Mari Carmen ha tenido mala suerte porque después de acudir dos veces a casa de la abortera, sufre grandes hemorragias y termina por encontrarse a la policía en la casa. "Y yo ahí, en la cama. Porque después de haber echado al niño y cortar el cordón ése, me había puesto una pinza para parar la hemorragia...". Cuenta que se le cayó el mundo encima cuando vio aparecer, una vez más, al oficial del juzgado número uno de la Audíencia provincial. "Santos Sánchez me conocía de devolverme a casa cuando me escapaba de los reformatorios donde mi madre me mandó entre los 12 y 18 años". Pero este encuentro fue al día siguiente, domingo, ya en el sanatorio. Lo peor, para ella, fue en la tarde del sábado, cuando está en la cama desangrándose. "Yo ahí tirada y los tíos, en vez de llevarme en una ambulancia, preguntándome si me dedicaba a pasar chocolate y cosas por el estilo"."Ya en la clínica", prosigue, "me llevaron a la sala de arreglos y me sacaron todo: el hilo, el diafragma... ".

- Mari Carmen, querrás decir la placenta, dice su abogada Asunción Moreno.

"Bueno, sí, la placenta. Al día siguiente dos secretas -uno que al parecer se llama Rafa- me llevan un montón de fotos y me dicen que cuente todo porque si no mis amigos irán a la cárcel si no hablo y les digo lo que quieren. Después, a la una y media de la tarde se presenta el juez, Carlos Moreno, y el oficial Santos Sánchez, y yo sin abogado ni nada".

La situación familiar

Mari Carinen, según cuenta ella, ha tenido diversos episodios con su familia. Sus malas relaciones empezaron hace siete años, cuando muere una hermana mayor. "Mi madre me cogió rabia cuando mi hermana muere aplastada por una máquina en la fábrica esa de Vivancos, que fabrica envases de hojalata para conservas. No sé, desde entonces se ha llevado mal conmigo", concluye. Hace escasamente un año y medio que sale del último reformatorio, y se matricula de primero de BUP en un instituto. Sin embargo, abandona prácticamente los estudios y a principios de este año, animada por sus amigos, funda con la mayoría de los componentes del grupo Acequia, el llamado Grandes Rebajas. Lleva zapatos de charol y el pelo algo desteñido, pero tiene muy claro que no puede ser acusada de nada porque fume de vez en cuando porros o porque cante rock.

Violación y vejación

"Yo me mato antes de abortar, por ejemplo, si esperase un hijo de mi novio. Pero ¡qué va hombre! qué voy a seguir yo con un embarazo después de cómo me humillaron esos tíos"."Habían desviado el coche a nueve kilómetros de Orihuela. Decían que iban a matar. Pero uno de ellos, Juan Antonio Marín Sánchez, que vive en Alquerías me hace salir del coche, me arranca la ropa y me viola. Cuando terminó el rollo, me hizo andar desnuda por todo el matorral, por lo menos un kilómetro. Además, tuve que pasar la vergüenza de que los otros me vieran desnuda y dijeran burradas. Pero yo les dije que se acordarían de ésto, que no quedaba el asunto así".

Los tres, asegura, están en la calle. Mari Carmen denunció los hechos, incluida la matrícula del coche, y se encaró al mes de lo sucedido con los mismos en el juzgado de Orihuela. Ahí oculté que estaba embarazada. El juez ya me lo había dicho claro. Que si estaba preñada, tenía que cargar con las consecuencias. Así que no dije nada, aunque me aseguraron, entonces, que me iban a hacer unas pruebas médicas para comprobar la violación. Pero aún estoy esperando", dice, comentando que pensaba demostrar con dicho examen médico que el hijo que esperaba era del citado Juan Antonio.

"El tío se presentó allí muy bien arregladico, contando la película de que si por mi culpa se había peleado con su mujer; el propio juez tuvo que decirle: "aquí no viene usted a contar problemas personales".

"En fin", termina la chica, "que yo a los otros dos, que son bastante gordos, sí los he visto después, con frecuencia, por la zona de las tascas, cerca de la Universidad. Uno se llama Paco y vive en el barrio de Santiago el Mayor. El otro se llama Ramón y creo que vive en el Barrio del Carmen, donde trabaja el primero de ellos en un taller de coches. Cuando me ven por la calle huyen de mi presencia, aunque me han hecho llegar historias de que si tienen un amigo que estudia los últimos cursos de la carrera de abogado y cosas así, para impresionarme y amedrentarme".

El martes pasado sale Mari Carmen de la Residencia de la Seguridad Social, de donde es conducida directamente a la comisaría. Dice que fue recibida por "un mogollón de policías".

"Todos decían "hombre, esta es la que ha parido y tal". Dice que después firmó la declaración que había hecho en cama, y pasó por el juzgado que instruye las diligencias del caso, donde se le comunicó su entrada en la prisión.

A pesar de todo, ayer, Mari Carmen estaba contenta. Por la mañana había llevado a los hermanos pequeños al colegio, como antes. Su padre había vuelto al trabajo, en la misma fábrica donde estaba empleada la hermana fallecida. "Él estaba trabajando desde hacía quince años en Alemania. Le dieron el puesto después de matar a mi hermana". Después de este recuerdo serio, Mari Carmen vuelve a reír y termina diciendo: "mira, a mí por ahora me van las cosas bien. Hace poco que me he comprado una guitarra eléctrica. Y mi grupo actuará en diciembre en Madrid, en la sala Metrocola. Además, en la cárcel he aprovechado para sacar una canción nueva. Ya la oiréis". Sin embargo, hasta el momento, su composición preferida es la titulada Mi vida la pinto yo, toda una premonición de la historia que le ha tocado vivir durante los últimos meses.

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