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UGT-Metal propugna un plan a largo plazo como complemento de la reconversión industrial

El comité federal de UGT-Metal aprobó ayer la puesta en marcha de un Plan Nacional de Industria que dé salidas globales a la crisis del sector en España, en lugar de limitarse a la política seguida por el actual Gobierno de conceder subvenciones a las empresas afectadas. Hasta ahora, en opinión de la central socialista, la política seguida ha sido aceptable, salvo excepciones, pero ha carecido de una visión a medio y largo plazo. Para el incremento de las exportaciones, plantea la necesidad de multinacionalizar algunas empresas

La Federación del Metal de UGT presentó en Madrid las propuestas aprobadas ayer por su comité federal que serán enviadas a los órganos superiores del sindicato y, en su caso, remitidas al Grupo Socialista en el Congreso para que el PSOE las asuma en su programa de gobierno. En las propuestas se defiende una política en consonancia con la enmienda a la totalidad que en su día presentó el PSOE contra el decreto ley de reconversión industrial. En base a aquella enmienda, que fue rechazada, el sindicato socialista plantea la necesidad de un Plan Nacional de Industria, "ya que la política de reconversión industrial ha adolecido principalmente de una concepción global del fenómeno económico-industrial".Hasta ahora, según UGT, las medidas adoptadas por el Gobierno de UCD en cuanto a la elección de sectores afectados y las ayudas habilitadas han sido correctas, pero no suficientes, ya que ha sido exclusivamente "una política a corto plazo, de supervivencia y sin soluciones de futuro; ha faltado una política de planificación o de transformación". No obstante, la central socialista plantea la inclusión de algunos sectores no contemplados inicialmente por el actual Gobierno y la revisión de las medidas llevadas a cabo en el de electrodomésticos.

Según las propuestas debatidas ayer en el seno del comité federal, los países industrializados están promoviendo el desarrollo de aquellas actividades productivas, en general altamente tecnificadas, en las que puedan disfrutar de ventajas comparativas en relación al resto de los países; es a esa política industrial a lo que viene llamándosele reindustrialización.

Defensa del empleo

Las grandes coordenadas de la política industrial, según el proyecto aprobado por el comité federal de UGT-Metal, deben contemplar prioritariamente la creación de puestos de trabajo y, en todo caso, atender a que su reducción sea mínima. En cuanto a la reconversión industrial, "que es a fin de cuentas un problema tecnológico", España debe tratar de reducir su dependencia exterior, potenciando el desarrollo de aquellas tecnologías para las que esté mejor dotada y le puedan ser más útiles, y sin olvidarse de las relaciones de complementariedad e interdependencia de nuestro sistema industrial con el de los países de la CEE.

Aunque la participación privada es considerada indispensable, el sector público debe jugar un papel beligerante y activo, "el mercado sólamente no sería suficiente". Las líneas de la política industrial deben servir para despejar la incertidumbre de los empresarios, y la inferioridad de las pequeñas y medianas empresas se puede superar con una política empresarial adecuada y con la creación de un entorno económico y social apropiado.

Para el incremento de las exportaciones, UGT-Metal considera necesaria la existencia de "muchas más empresas multinacionales", resultado de la potenciación de empresas españolas y no consecuencia de la invasión del capital extranjero. Si no surgen de nuestras grandes empresas privadas, "habrá que ensayar la fórmula de la empresa pública multinacional".

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