Breznev, enterrado en la plaza Roja.

Salvas de artillería, seguidas del ulular de miles de sirenas de fábricas, se escucharon ayer a mediodía en toda la Unión Soviética en despedida a Leónidas Breznev, que fue enterrado en Moscú, tras el mausoleo de Lenin y cerca de la tumba de Stalin. Sus más íntimos colaboradores en la dirección del partido y del Estado soviéticos llevaron a hombros la caja descubierta en la que reposaban los restos mortales del fallecido dirigente. En la fotografía, de izquierda a derecha, Nikoial Tijonov, primer ministro soviético; Yuri Andropov, nuevo secretario general del partido, Kostantin Chernenko, miembro del Politburó y máximo candidato al Presidium, y Andrei Gromiko, ministro de Asuntos Exteriores. El principal discurso fúnebre fue pronunciado por Andropov ante una nutrida representación extranjera, en la que se encontraban, entre otros, el vicepresidente de Estados Unidos, George Bush, y el ministro chino de Asuntos Exteriores, Huan Hua. Páginas 2, 3 y 4