Si Eanes no acepta la Constitución, debe dimitir, opinan los partidos portugueses

El general Ramalho Eanes debe aceptar la nueva Constitución portuguesa o renunciar al cargo de presidente de la República, según la reacción unánime de los partidos de la coalición gubernamental de centro-derecha y del Partido Socialista al discurso del presidente de la República sobre la nueva Constitución portuguesa.Ya que fue elegido por sufragio universal directo y por mayoría absoluta, el presidente Eanes considera que tiene la obligación de respetar las decisiones legítimas -y mayoritarias- del Parlamento, pero también el derecho de mostrar públicamente su desacuerdo con algunas de las soluciones democráticamente adoptadas.

Socialdemócratas, democristianos y socialistas estiman, al contrario, que la mayoría parlamentaria de los dos tercios que aprobó la Constitución tiene más fuerza que la mayoría presidencial, de 56% del electorado.

Con palabras diferentes, las direcciones de los tres mayores partidos portugueses -el socialdemócrata, el socialista y el democristiano- han hecho llegar al jefe del Estado, durante el fin de semana, el mismo aviso: Eanes debe, en adelante, someterse a las nuevas reglas del juego institucional, o debe dimitir.

Los socialdemócratas son aún más precisos: o Eanes actúa como jefe de Estado y presta al Gobierno "una cooperación institucional válida y permanente, o el PSD modificará su estrategia aceptando claramante el conflicto institucional".

Freitas do Amaral, el viceprimer ministro democristiano, fue aún más tajante: "El fallecido ex presidente Francisco Sa Carneiro tenía razón: Portugal no podrá encontrar su rumbo hasta que Eanes abandone la presidencia de la República".

En otras círcunstancias y dada la proximidad de elecciones de ámbito nacional (las elecciones municipales tendrán lugar en diciembre), la permanencia del general Eanes en la presidencia de la República portuguesa aparecería seriamente comprometida: un refuerzo electoral de los partidos que suscribieron el pacto constitucional para reducir los poderes del presidente podría ser interpretado como un plebiscito indirecto a favor del nuevo sistema y obligar al presidente Eanes a presentar la dimisión.