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Los liberales alemanes reeligen al desprestigiado Genscher como presidente de su partido

Los liberales de la RFA reeligieron ayer a Hans-Dietrich Genscher como presidente de su partido por una escasa mayoría del 55,5% de los votos emitidos en su 33º Congreso en Berlín Oeste. Genscher obtuvo 222 votos y su contrincante, Uwe Ronnenburger, 169.

La reelección de Genscher fue acogida entre los delegados del Partido Liberal (FPD) de la República Federal de Alemania con división de opiniones, entre aplausos, abucheos y y pancartas que decían: "Basta ya". El reelegido presidente del FPD acogió el veredicto de los votos con una cara que reflejaba más bien decepción.El FPD se presentó a su Congreso incapaz de presentar una alternativa atractiva a su desprestigiado presidente. Ronneburger, diputado liberal, de 62 años, casi pidió perdón por presentar su candidatura contra Hans-Dietrich Genscher.

El discurso de Ronneburger duró sólo veintidós minutos y fue hábil en su intento de conseguir votos de los delegados del centro del partido, pero dejó claras las limitaciones de este propietario rural de Schleswig-Holstein, que sólo puede ofrecer su imagen de hombre honrado Genscher habló una hora y diez minutos y trató de mostrarse conciliador con los que le critican dentro de su partido. Por primera vez reconoció haber cometido errores en su maniobra de cambio de coalición y pidió que en las elecciones para los órganos dirigentes se tenga en cuenta a todas las tendencias dentro del FDP.

Estas concesiones de Genscher a los críticos resultaron escasas. A la hora de comenzar ayer el 33º Congreso del FDP, ya estaba alquilada para este fin de semana una sala del Palacio de Congresos berlinés, con la intención de sentar las bases para la fundación de un nuevo partido liberal.

Contra estos intentos secesionistas fundamentó Ronneburger su candidatura, no tanto por el peligro de la escisión, sino porque "lo que podemos soportar peor es una nueva ola de abandonos. Lo que puede destrozar al partido es una creciente resignación". Ronneburger intentó presentarse como la alternativa de la honradez, del respeto a la voluntad del electorado, y criticó:

1. Que un congreso del partido acordó la coalición con los socialdemócratas (SPD), y esa coalición se rompió sin consultar a un congreso del partido.

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2. Que al nuevo socio de coalición, los democristianos, se le hicieron concesiones que se habían negado a los socialdemócratas.

3. Que en la nueva coalición la influencia de los liberales es más reducida.

Para los que se aburrían en el congreso, en las mesas de los delegados había un pasquín que anunciaba una "fiesta no sólo para lesbianas y maricas. Cerveza, albóndigas, jugos y ensaladas. Discoteca y discusión con lesbianas y liberales, charlatanes prominentes y pederastas".

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