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PAÍS VALENCIANO

Varios pueblos de la cuenca del Júcar, amenazados por el caudal de los ríos Clariano y Albaida

Las aguas de la cuenca hidrográfica del río Júcar volvieron ayer a enseñar sus dientes de tragedia, al amenazar con el desbordamiento de los ríos Ciariano y Albaida, subafluente y afluente, respectivamente, del Júcar por su derecha. Trescientas casas, que albergaban a un millar de personas, situadas en la parte baja de Onteniente, fueron desalojadas entre las dos y las tres de la tarde, ante el riesgo de que las amenazantes aguas del río Ciariano, que habían incrementado su cauce en metro y medio de altura, se desbordaran. El total de personas desalojadas ascendía anoche a cerca de un millar, existiendo varias calles de la población inundadas. Asimismo el caudal del río Canoles, a su paso por la localidad de Vallada, había aumentado considerablemente anoche. El nivel de las aguas subió un metro a su paso por Canals.

Anoche hacia las 22.00 horas, la situación general de las poblaciones situadas en ambos valles, así como en las poblaciones de las comarcas de la Ribera, que están reconstruyéndose de las pérdidas de la riada del pasado mes de octubre, era de alerta en las primeras y de control en Alcira y Carcagente.Fuentes del Gobierno civil manifestaban que el alcalde de Montabemer, donde se unen los ríos Clariano y Albaida, había registrado a media tarde un descenso del caudal de noventa centímetros en relación al de la mañana. La confluencia del río Albaida con el Júcar se produce en el término de Villanueva de Castellón, uno de los municipios afectados por al riada del 20 de octubre.

Además de estos desalojos, Protección Civil dio la alerta a las poblaciones que se extienden junto a estos ríos en las comarcas de La Vall d'Albaida, la Costera y la zona meridional de la Ribera Alta, situadas todas ellas al sur de la provincia de Valencia, donde se encuentran Bocairente (5.000 habitantes), Ayelo de Malferit, Montaberner, Bellús, Alboy, Enova, Señera, Manuel, Villanueva de Castellón, etc, para que en el improbable supuesto de que ambos ríos se desbordaran, tener resueltas las previsiones de evacuación.

Por otra parte, Protección Civil estableció coordinación con los ayuntamientos de Alcira y Carcagente, aunque no era previsible que estas tormentas supusieran nuevos riesgos para el caudal del Júcar. La Comisaría de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Júcar anunciaba para las 22.30 horas la llegada al río Júcar, en el punto de confluencia con su afluente Albaida, de 260 a 300 metros cúbicos por minuto. "No es una cantidad importante", aseguraron fuentes de la comisaría. Los puestos de vigilancia del caudal del Júcar no habían registrado durante la jornada variaciones importantes.

216 litros por metro cuadrado en Onteniente

La situación más delicada se estaba registrando en Onteniente, cabecera de una importante comarca textil, de 28.300 habitantes, pues la ciudad, aunque se encuentra en un terreno alto, puede tener problemas con servicios de infraestructura urbana. El fluido eléctrico faltaba en algunos sectores de la ciudad y la red general de agua potable amenazaba con reventarse por varios tramos. Alguna carretera comarcal había sido inundada por las aguas, aunque las vías de comunicación principales de esta ciudad seguían abiertas y, según la Guardia Civil, sin riesgo de cortes inminentes. La carretera 340 entre Muro de Alcoy y Alcoy, ya en la provincia de Alicante, tenía difícil circulación al quedar cubierta por desprendimientos de tierra. Por otra parte, el tren Alcoy-Játiva quedó interrumpido a la altura de Agullén por desprendimientos y sus viajeros fueron desalojados.La intensa lluvia registrada en la Sierra Mariola, que hace de límite entre las provincias de Valencia y Alicante, con un índice pluviométrico de 160 litros por metro cuadrado recogidos en un período de 12 horas, ha provocado esta nueva amenaza en un afluente del río Júcar. Estas comarcas no habían registrado daños durante la riada del 20 de octubre y por ello acogieron a infinidad de refugiados en centros sanitarios y civiles habilitados para darles cobijo provisional. Las lluvias se están produciendo con gran intensidad en esta zona desde la tarde del domingo último.

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Las aguas procedentes de la sierra Mariola se han dirigido también hacia el río Serpis, que desemboca en Gandía. La comisaría de aguas aseguraba que el embalse de Beniarrés está a un 10% de su capacidad total, por lo que no ofrece peligro alguno. Este embalse recoge las agitas en una zona escasamente poblada.

Hacia las 19.00 horas de ayer se habían recogido en Onteniente un total de 216 litros de agua por metro cuadrado, según informaron a Efe fuentes del Centro Meteorológico Zonal de Levante. Otras

El viento de levante y la presencia de aire frío en niveles altos de la atmósfera ha producido lluvias, en general débiles, pero que en la zona en torno a la sierra de Mariola han alcanzado gran intensidad. Según el mismo centro metereológico, estas lluvias intensas están concentradas en una zona muy limitada y no han afectado a otras comarcas.

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