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La victoria socialista

Siete años después de la muerte de Franco, cinco años después del restablecimiento de la democracia, España corre el riesgo -más rápidamente de lo que se creía- de practicar la alternancia. La aplastante victoria de los socialistas tranquiliza, sobre todo, porque se ha podido producir. Las conspiraciones militares sucesivas hacían temer lo peor.La derecha registra al. mismo tiempo un notable avance, lo que justifica que se agite el espectro de las dos Españas, esta profunda ruptura del país que llevó a la guerra civil. ( ... ) En realidad, el hecho de que la derecha no estuviera suficientemente representada en el Parlamento explica que la amenaza golpista haya podido subsistir durante tanto tiempo. El centrismo de Adolfo Suárez, luego el de Calvo Sotelo -desgarrado entre su voluntad de reforma y la preocupación de mantener lo adquirido- no podía ser más que un fenómeno transitorio: la traducción en el pla no político de la voluntad de los herederos del franquismo de asegurar, entre la dictadura y la democracia, una transición sin choques y sin purgas. Es natural, pues, que el país vuelva a la confrontación, habitual en nuestras latitudes, entre las fuerzas conservadoras y las fuerzas del progreso. ( ... )

En cuanto al proyecto de Felipe González, aparece bien adaptado a su país. El jefe del PSOE no tiene ninguna razón para querer transformar la economía española para llevarla a una revolución socialista. Tiene otras cosas que hacer. Será necesario modernizar un país todavía arcaico, moralizar y dinamizar una Administración pública corrompida y adormecida por cuarenta años de dictadura. ( ... )

Lo que inquieta es la extrema fragilidad de su partido, que ha crecido demasiado rápidamente y donde los aficionados y los ideólogos parecen más numerosos que los profesionales de la cosa pública. ( ... ) En fin, surge la interrogación de cómo aceptará el Ejército un Gobierno socialista, que es la negación misma de todo lo que ha aprendido a ¿reer. La victoria de González suscita muchas esperanzas, pero hace también temblar.

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30 de octubre

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