El SPD alemán prepara el relevo de su dirección

La renuncia de Helmut Schmidt a intentar recuperar la cancillería de la República Federal de Alemania (RFA) obliga al Partido Socialdemócrata (SPD) a buscar el relevo para su troika dirigente.El jefe del grupo parlamentario socialdemócrata, Herbert Wehner, de 76 años, anunció ya que no se presentará a la reelección en las próximas elecciones federales. Sólo Willy Brandt, que va a cumplir 68 años, seguirá en la presidencia del SPD, con lo que el trío histórico (Brandt-Wehner-Schmidt) ha quedado roto.

Para la sucesión de Schmidt como candidato a canciller federal tiene casi todas las posibilidades Hans-Jochen Vogel, líder de la oposición socialdemócrata en el Parlamento de Berlín. Se habla también del vicepresidente del SPD y jefe de Gobierno del Estado federado de Renania del Norte y Westfalia, Johannes Rau, de 51 años, pero las posibilidades de Vogel son mayores. Rau ocupa un cargo de jefe de Gobierno en el Estado más importante de la RFA, y su marcha dejaría un hueco difícil de cubrir. Además, durante el pasado congreso socialdemócrata, en abril, en Munich, hubo una especie de pacto de división del trabajo entre Rau y Vogel. En aquella ocasión Rau pasó a la vicepresidencia del SPD, con vistas a la sucesión de Willy Brandt, y Vogel quedó en reserva cara a la cancillería para ocupar el puesto de Schmidt. Vogel reúne condiciones para jugar el papel de integrador de esa nueva mayoría a la izquierda de los democristianos con la que sueña Brandt, a base de pacifistas, ecologistas y liberales progresistas, más la clientela tradicional socialdemócrata.

Un hueco importante dejará Wehner si cumple su anunciado retiro. Diabético y envejecido, Wehner es una figura dramática, amarrado a su escaño, incluso en las sesiones más aburridas, cuando a veces se queda sólo en la sala. Su sucesión, un puesto clave para un SPD en la oposición, se la disputan el diputado Horst Ehmke, un brillante catedrático de 55 años -con el inconveniente de sus posturas profesorales y cierta arrogancia, que le quita simpatías entre los socialdemócratas-, y el ex ministro de Defensa Hans Apel, de 50 años, un político más populista, aunque su gestión al ftente del Ministerio de Defensa le descalifica. Este puesto recaería en Vogel si como sucesor de Schmidt perdiera las elecciones.